TIENDA DE
FRANCISCO GARCIA GOMEZ.

"PACO EL GAFAS".

Anuncio publicado en el año 1971.

     Durante muchos años esta tienda presidía la plaza del pueblo, ya que estaba situada en el centro de la misma, junto al famoso OLMO DE LA PLAZA. Francisco García Gómez, fue el último comerciante que montó allí su negocio, aproximadamente desde el año 1954, hasta que la cerro por jubilación anticipada, con anterioridad eran otros los propietarios.

1950 Catalina, antigua propietaria, fotografiada con su familia en la puerta de la tienda.

Por Paco se le nombraba pero, al ser un nombre muy repetido, se le completaba con gafas, de ello quedó bautizado como "Paco el gafas". En la tienda vendía productos de alimentación, y tambien era distribuidor de una marca de piensos compuestos.

ORQUESTA SUR HIGUERUELA.

Orquesta Sur de Higueruela

Tenemos que destacar que Paco, estaba plenamente ligado al mundo de la música en nuestro pueblo, como se puede apreciar en esta fotografía, donde aparece junto a la batería que era el instrumento de percusión que el tocaba. Con veinte años vino desde Alcalá del Júcar, su lugar de nacimiento, por primera vez a Higueruela, para tocar en las fiestas del pueblo con el grupo FOX.  Quedó tan contento el dueño del local, que lo contrató para los años siguientes, y le buscó un trabajo en el pueblo, en una carpintería.

Desde entonces es paisano nuestro, al principio estuvo trabajando y viviendo en la carpintería de Pedro El Chocero durante siete años y medio, despues estuvo otro siete años hospedado en la Fonda de Benito el Panadero, ya viviendo del mundo del comercio.

Se casó con una moza de El Villar de Chinchilla llamada María (María Requena Mañas), de este matrimonio nacieron dos hijas Carmen y Julia (García Requena), que viven fuera de Higueruela, en Madrid y Toledo.

Francisco, su hermano Antonio, Alfonso, Porfirio, Obdulio, todos ellos amantes
de la música, junto a otros vecinos del pueblo, subidos en "los caballitos".

Cuando se fue Don Bernardo El Practicante del pueblo, nos quedamos sin practicante. Don Pascual, el médico local, enseñó a Francisco, como poner las inyecciones, y, durante unos cuantos años ejerció este oficio también. El tiempo que fue practicante, se convirtió en el terror de la chiquillería.

Espero que Francisco García Gómez, nos perdone, por utilizar en este reportaje un apodo, que nunca le gustó. xx