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PREGÓN DE
MARTÍN GONZALEZ MARTINEZ,
PARA LAS FIESTAS DE SANTA QUITERIA 2023.
Buenas tardes a todas y todos.
Majas y majos, enhorabuena y gracias por acompañarme. Con vuestro permiso.
Alcaldesa: muchas gracias por tu amable presentación…
Comisión de fiestas, no tengo palabras para agradeceros haberme elegido para proclamar este acto tan especial, tan entrañable y tan emotivo.
Sin duda, que te propongan para ser pregonero de las fiestas de Higueruela es un reconocimiento que el pueblo, a través de la comisión, considera que mereces. Y desde luego es un honor, sobre todo para los que nos sentimos orgullosos de ser de Higueruela.
No sé si estaré a la altura suficiente para tanta responsabilidad.
Reconozco el susto inicial la tarde en que tres componentes de la comisión vinieron a mi casa a proponérmelo, aunque no tardé ni cinco segundos en aceptar, después de pensar que si la gente de tu pueblo te confía esta responsabilidad, no puedes rechazarla, sino sentirte honrado por ello.
No es la primera vez que me asomo a este balcón para dirigirme a vosotros. Sabéis que lo he hecho muchas veces para presentar a los pregoneros que lo fueron a lo largo de mis años de alcaldía. Todo el mundo me dice que tengo experiencia en esto y si, es indudable que la tengo, hasta en una ocasión me invitaron a dar un pregón en otro pueblo que no era el mío.
Aunque, os aseguro, que aquella experiencia no tuvo nada que ver con esta. Dirigirte a un pueblo donde nadie te conoce y que tú tampoco conoces a nadie, no es lo mismo que dirigirte a tu pueblo, a tu gente, a la gente con la que has compartido toda tu vida…
Y bueno, quiero empezar diciendo que mi compromiso con el pueblo sigue intacto, el mismo de siempre, a pesar de haber sido miembro de la corporación municipal durante 28 años. Diecinueve como alcalde y nueve como concejal. Así comprenderéis que tengo muchas experiencias vividas en los asuntos municipales desde la misma transición; ya que tuve en honor de formar parte de la primera corporación democrática en el año 79 y por lo tanto, muchas cosas que contar.
Pero hoy fundamentalmente tenemos que hablar de fiestas, que es a lo que hemos venido todos aquí y además también puedo hablar con propiedad de esto, ya que he sido componente de cinco comisiones distintas, es lo que tiene tener muchas canas y haber estado siempre dispuesto a participar en cualquier actividad cultural o social del pueblo.
La primera vez siendo muy joven, en el año 1975. La segunda con un grupo de amigos en el año 79. La tercera en el 82. La cuarta con mis “quintos” y “quintas” en el 2002. Y la última con la “quinta” de mi mujer en el 2006.
La evolución de las mismas desde los años 60 que yo recuerdo bien, hasta ahora, ha sido tremenda. Evidentemente igual que el resto de actividades y formas de vida de nuestros vecinos.
Pero para ponernos en contexto…:
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“Los de mi generación y otros mayores, recuerdan que cuando éramos niños la diferencia de calidad de vida entre un pueblo como el nuestro y una ciudad, por ejemplo Albacete, era abismal: Aquí no teníamos agua potable en casa, no teníamos alcantarillado (“el excusado” de mi barrio, las Martinotas, estaba en el “cercao” de las maestras). No teníamos biblioteca, ni ludoteca, ni guardería, ni escuela de música, la única instalación deportiva era un campo de fútbol de tierra con piedras y desniveles, tampoco había piscina, ni centro joven, ni actividades culturales, ni universidad popular… .Aunque éramos felices porque estábamos todo el día en la calle y como apenas había juguetes desarrollábamos más la imaginación.
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Pero escuchad esto: De los más de cuarenta niños y niñas que nacieron el mismo año que yo, alrededor de la mitad emigraron en los sesenta y de la otra mitad, solo dos tuvimos acceso a estudios superiores. Los demás con doce o catorce años dejaban la escuela y se ponían a trabajar, incluso algunos bastante antes.
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Yo fui uno de los pocos afortunados que pudimos seguir estudiando. A los doce años me internaron, junto a mi amigo Abellán en un colegio privado en Albacete. Aquello era muy caro y el esfuerzo económico que les suponía a mis padres era tremendo. Pero, mi madre, una mujer muy inteligente, a la que tengo mucho que agradecer, se empeñó en que ese gran esfuerzo merecía la pena para que tuviéramos una buena formación. Con mis hermanos (menores que yo) hubo más suerte, la educación pública estaba más desarrollada y fue todo mucho más fácil.
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En aquel colegio había una disciplina casi militar, de hecho, cuando vinimos de vacaciones en Navidad yo no quería volver. Pero bueno, luego Abellán y yo hicimos piña con los paisanos que ya estaban allí: Ricardo, Víctor, Paco Villalta y David. Y poco a poco nos fuimos adaptando. Aún recuerdo los bocadillos que nos mandaban nuestras madres cada vez que alguno de los padres nos visitaba, pero sobre todo, la alegría de los viajes de vuelta al pueblo, una o dos veces trimestre, en el “coche Mira”, y nuestro amigo Pedro el de la Felisa que siempre se enteraba de cuando veníamos nos esperaba en la parada...”
Pero por lo que os decía, cuando, en aquellos años ibas del pueblo a Albacete parece que entrabas en otro mundo, incluso la gente hablaba de otra manera.
Sin embargo, ahora la calidad de vida de Higueruela supera en muchas aspectos a la de cualquier ciudad. El desarrollo de nuestro pueblo en la democracia ha sido tremendo.
Ahora Higueruela es un pueblo avanzado, con muy buena calidad de vida, con muchísima más cultura que hace cuarenta años. Un pueblo mucho más cómodo, más limpio, con mejores viviendas y sobre todo con un servicio público más amplio y de muy buena calidad. Mantenemos desde hace tiempo la mejor programación cultural de la provincia (en eso tiene mucho que ver María Teresa Cano)
La pareja de mi hijo Alejandro, Rita, cuando vienen de Barcelona a Higueruela con los críos dice que este pueblo es el paraíso de los niños. Y lleva razón.
Vamos, yo me atrevo a decir, sin parpadear, que la democracia le ha sentado muy bien a Higueruela.
Pues bien, con las fiestas ha pasado lo mismo. Para un niño de los sesenta lo fundamental de las fiestas eran las barcas, las cadenetas, los futbolines, el tiro, los turroneros y los chambis del “pescatero”, sin olvidar, claro, el escriño de magdalenas. Alguien comentó desde esta tribuna, creo que fue Antonio Sáez, que por un rollo de leche les daban un viaje en las barcas y por una magdalena dos. Bueno, pues en mi época cada viaje valía un duro o una magdalena. Yo cogía una magdalena de las que había hecho mi madre con intención de subir en las barcas, pero era tan galgo que nunca llegaba a su destino. Las magdalenas solo se hacían para fiestas y para Navidad y para mí la tentación era demasiado grande.
Y para los mayores, lo mismo más las procesiones, los pasacalles de la banda, el tiro al plato, el fútbol y sobre todo los bailes que se hacían en el cine de Agustín con sesiones de mañana tarde y noche.
Claro, el ayuntamiento apenas tenía presupuesto y menos para fiestas. Los mayordomos de la virgen salían todos los años con un escriño, a recoger las “caridades” de rollos que las mujeres voluntariamente habían preparado y la comisión que habilitaba cada año el alcalde, a recaudar casa por casa, el donativo con el que cada familia quisiera colaborar.
Mi primera experiencia en la comisión de fiestas fue más o menos así, claro, os recuerdo que todavía estábamos en la dictadura. Sin embargo cuatro años después, ya en la transición en el año 79, un grupo de amigos/as que nos ofrecimos al alcalde con muchas ganas de modernizarlas y hacerlas mucho más populares y participativas, les dimos un giro importante hacia lo que ahora son nuestras fiestas.
Aquel año se hicieron, por primera vez, las verbenas en las calles premiadas y los vecinos de las mismas prepararon la cuerva y la “gurufalla” para todos los asistentes y también se hizo aquel año, por primera vez, el concurso de gazpachos.
Y desde entonces, todas las comisiones han seguido evolucionando, trabajando mucho, innovando y superándose, año tras año, para conseguir que nuestras fiestas sean las más actuales, populares y participativas.
Pero sin duda el mayor acierto fue la formación de las comisiones por los nacidos en un mismo año que viene funcionando, ininterrumpidamente desde el año 92. Así todos tenemos la oportunidad de organizar nuestras fiestas, al menos una vez en la vida. Y sin duda esto es un ejemplo de participación ciudadana, además de un reconocimiento a todos aquellos que se fueron por motivos laborales o de otra índole, para demostrarles que seguimos considerando de los nuestros
Yo creo que todos los higueruelanos/as estamos orgullosos de nuestras fiestas, las vivimos con intensidad, las disfrutamos con muchas ganas y nos encanta compartirlas con amigos y familia. Pocos pueblos son capaces de mantener, al cabo de los años comisiones así, participaciones tan altas e ilusión tan grande como la nuestra.
Hoy hemos visto un gran ejemplo de participación: Se convoca a gente que quiera bailar y cantar manchegas el día 21 en la puerta del Ayuntamiento y se presentan, para aprender y practicar, cerca de 100 personas en un pueblo que apenas somos 1200 habitantes, y además lo hacen bien. Esto no pasa en todos los pueblos.
Por eso, si me lo permitís, quiero haceros dos peticiones que podrían ser consejos:
- Una va para los/as jóvenes de Higueruela:
Quizás algunos no lo hayáis valorado todavía, pero habéis tenido una gran fortuna, que ahora además es un derecho, de recibir una buena formación, una buena educación o la estáis recibiendo ahora. Y por consiguiente, vais a aspirar a conseguir unos puestos de trabajo que aquí muchos no podréis encontrar. Y sé que vais a salir a buscar vuestra vida profesional allá donde la encontréis o donde os convenga, y os deseo a todos el mejor futuro. Pero si os quiero pedir encarecidamente una cosa: Y es que nunca perdáis el vínculo con el pueblo, con vuestra gente.
Aunque estéis fuera, sumáis mucho si mantenéis el contacto, si podéis venir con frecuencia, traer a vuestras futuras familias, consumir aquí. Todo suma, nos da mucha más vida y nos hace mucho más pueblo. Eso, lo han hecho la inmensa mayoría de los que se fueron antes que lamentablemente fueron muchos. Y gracias a ellos este pueblo se ha mantenido mucho mejor.
Y tanto a los que os vais a marchar, como a los que encontréis aquí vuestro trabajo y vuestra vida, Os digo bien alto que os debéis sentir orgullosos de pertenecer a este pueblo, a este colectivo.
No sé si ya lo sabéis, si alguien os lo ha contado, pero si no ha sido así, preguntar a vuestros mayores, preguntarnos, porque este pueblo merece la pena y os voy a poner unos ejemplos que debéis saber:
“A finales de los años 50, todos los agricultores del pueblo se unieron formando la cooperativa del vino para defender su trabajo y comercializar bien sus productos. Hoy sigue siendo la mejor empresa del pueblo y un referente para la comarca.
En los 60, en plena dictadura, las mujeres y los niños de este pueblo, salieron con almainas y martillos a romper los mojones de la sierra que delimitaban el terreno que el Estado no quería reconocer como nuestro (yo fui de la mano de mi madre).
El pueblo entero se paró frente al gobierno, para defender el derecho a la Sierra Procomunal, a la propiedad y a la explotación de la misma y lo conseguimos.
En los 90, nos volvimos a enfrentar al gobierno para que no ubicaran en nuestro pueblo el campo de tiro del Ejército del Aire. Estábamos afectados cinco pueblos y solo Higueruela se plantó.
Nos manifestamos en Albacete, dentro del campo de maniobras, las mujeres de Higueruela interrumpieron unas maniobras de la OTAN para entregarles flores a los soldados extranjeros.
Y entre todos y con la ayuda de algunos colectivos de Albacete, conseguimos que esa instalación no se ubicara aquí, en nuestro pueblo.
En los años 80 y 90 había una gran demanda de viviendas en Higueruela, Bueno, pues durante esos años se constituyeron cinco cooperativas y entre ellas y el Ayuntamiento se construyeron más de 120 viviendas sociales. Más del 25% del total de las habitadas en ese momento.
Nuestro pueblo fue el primero de Castilla-La Mancha en apostar por las energías renovables. Y con ello conseguimos crear un montón de puestos de trabajo cualificado que se mantienen en la actualidad.
Y con el aumento de ingresos, tres corporaciones municipales distintas y de diferentes ideologías construyeron y pusieron en marcha esta residencia que, además de la magnífica prestación social que aporta, se crearon 40 puestos de trabajo, sobre todo para mujeres.
En todo el período democrático, de libertad, siempre hemos mantenido una convivencia ejemplar entre todos los vecinos/as, respetando siempre la ideología o la forma de pensar de cada uno. Y estoy seguro que la nueva corporación, que saldrá elegida de las próximas elecciones, seguirá dando ejemplo de respeto y de tolerancia y serán capaces de consensuar las decisiones más importantes para el interés de nuestro pueblo.
Por todo esto y por muchas cosas más es un orgullo pertenecer a este colectivo de gente higueruelana y ser una parte activa dentro del mismo.
Por este pueblo merece la pena luchar y tenemos que seguir haciéndolo entre todos como lo hemos hecho hasta ahora; tanto los que vivimos aquí, como viven fuera pero se sienten de aquí.
- La otra petición que quiero hacer va para todos/as, para todo el pueblo.
Todos sabemos que estamos en un momento muy complicado por las consecuencias del cambio climático. Esto es un hecho, aunque algunos negacionistas sigan sin reconocerlo, pero estamos viendo y sufriendo ya sus efectos todos los días.
Irremediablemente tenemos que hacer una transformación ecológica, mucho más respetuosa con el medio ambiente, adaptarnos a la nueva situación y creo que ese problema, un pueblo como el nuestro, lo puede convertir en una buena oportunidad, por ejemplo, para combatir la despoblación. Y lo puede transformar en un reto para desarrollar un buen futuro. Otras veces lo hemos hecho y lo hemos conseguido. ¿Por qué ahora no? Ahí lo dejo…”
Y bueno, yo creo que ya es momento de empezar el pregón que es para lo que me han llamado, si no, la alcaldesa no me va a querer pagar.
Bueno este va de tres pitadas, ya sabéis: una, sardineta en el parador, dos, la Hermandad de Labradores y tres, el Ayuntamiento
“De orden de la señora alcaldesa, se hace saber:
Que el concejo municipal y democrático de Higueruela, aprobó por unanimidad decretar cuatro días de fiesta, del 21 al 24 del presente, tal y como es la costumbre y tradición de las gentes de esta villa para el gozo, disfrute y regocijo de todos los vecinos y las vecinas.
Que para el buen desarrollo de los festejos, se comisionó con tiempo suficiente, a un grupo de mujeres y hombres, todas ellas, personas que nacieren en el año de 1975, así como a sus cónyuges o parejas que las mismas pudieran tener.
Que esta comisión, trabajando ya desde la última canícula, ha realizado distintos actos pa divertir al personal y recoger “cuartos” “pa” las fiestas.
Que nuestras patronas, Santa Quiteria la nueva y la vieja, están “preparas”, limpias y bien “engalanás” pa salir en procesión.
Que la banda de música local está dispuesta y uniformá “pa¨ deleitarnos con pasacalles y conciertos.
Que la charanga ya está “organizá” pa hacernos bailar, saltar y cantar en las verbenas y la comisión bien “provisioná” pa cuervas y “gurufalla”.
Que artesanas voluntarias han pintao tantos rollos “pa” repartir y que no falte pa nadie.
Que la comisión dice:
“Que huevos fritos con ajetes, gazpachos y chocolate con magdalenas, tampoco va a faltar “pa nadie”, pero que no conviene pasarse porque no habrá bicarbonato
Y que nos han ”preparao” bailes, conciertos y concursos para todos los días. Juegos y cucañas “pa” los chiquillos/as Pero que, por las noches, no nos olvidemos de la “rebequica” o el capisayo que ya se sabe que lo del cuarenta de mayo en Higueruela no va de engaño”.
Que esta noche, después de la verbena, se le echará el mixto a la hoguera y al castillo. Y desde ese instante hasta la traca final que cada cual se divierta lo que pueda.
Pero cuidao con la cuerva y el morapio que nublan las entendederas.
Y “toesto”: pal general conocimiento de toda la vecindad.
En Higueruela, mayo de 2023
Y antes de terminar, permitirme que salude a mis nietos: Martín, Max y Joan y, también a Isabel. A mis tres hijos de los que estoy muy orgulloso, no solo porque han conseguido una buena formación académica y un buen desarrollo de su vida profesional, sino, sobre todo porque son buenas personas y tienen conciencia social. Orgullo que compartí con su madre Marisa, mi amor, mi compañera hasta que como dijo el poeta:
“Temprano levantó la muerte el vuelo,
Temprano madrugó la madrugada,
Temprano estas rodando por el suelo”.
También a mis hermanos y a mis dos encantadoras nueras Tere y Rita.
Y para compensar tanto saludo, voy a terminar cantando os algo. Lo quiero hacer a la memoria de mi padre que como recordaréis los mayores, cantaba muy bien. El hoy aquí hubiese cantado un fandango flamenco y lo hubiese hecho con maestría, como él sabía hacerlo. Pero yo, vestido de esta guisa y en este momento cantaré un fandango manchego que también quiero dedicar a ese gran número de manchegas/os que han bailado, tocado y cantado esta tarde.
Cuando vengas a Higueruela
Cuando vengas a Higueruela
Olvídate del talego
Tenemos las orzas llenas
El porrón con tinto bueno
Cuando vengas a Higueruela.
Y si no tienes amigos
Si aquí no tienes amigos
No te olvides la cartera
Que tenemos taberneros
Que cocinan de primera
No te olvides la cartera
La que no quisiera echar
Allá va la despedida
La cuerva está “prepará”
Y la charanga esta lista
“Pa” que subáis a bailar
Allá va la despedida
Vivan las fiestas de Higueruela!!
Viva Higueruela!!
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