página inicio
   

PREGÓN DE
JUAN BELMAR DEL REY,
PARA LAS FIESTAS DE SANTA QUITERIA 2012.

¡Hola! Buenas tardes a todos y a todas.

Por gentileza de la Comisión de Festejos, he sido designado para protagonizar este importante evento, cual es, ser Pregonero de Fiestas 2012, y que con sumo placer, me cabe el honor de transmitir ante vosotros, pues en vosotros y vosotras, está la auténtica representación del pueblo. Por consiguiente, trataré de simplificar mi pregón, con el fin de que con el mejor de los criterios, de este encuentro, hagamos causa común que nos sirva de base, para que, asumiendo responsabilidades, saquemos conclusiones que nos permitan, estrechar los lazos que simbolizan los valores de fraternidad, que históricamente nos unen.

Vaya por delante, mi saludo a la Excma. Corporación Municipal, presidida por nuestro entrañable alcalde Oscar, que, en el desempeño de sus funciones, cumple una abnegada labor, dados los difíciles momentos que nos toca compartir.

¡Ánimo Oscar, y, adelante !

Mis saludos también, a esta laboriosa y ejemplar Comisión de Fiestas, que, con su total entrega, nos proporciona compartir vivencias llenas de encanto y diversión.

Casi preceptivo es, transmitir a los Majos, Reina y Damas de Honor, una cordial distinción, pues con vuestro singular donaire y simpatía, sois portadores de los valores que caracterizan nuestra tierra, así como vosotras Reina y Damas, componéis la esencia de la mujer higueruelana.

Mi afectuoso saludo, al señor Director y componentes de las Bandas de Música, a la Charanga y en general, a todo aquél que, de forma activa, participáis en los diferentes actos programados.

Bienvenidos todos, a este sencillo acto, paisanos y paisanas, a vosotros forasteros que nos honráis con vuestra presencia, y para quienes espero que, en la acogida que Higueruela os dispensa, disfrutéis de la gentileza y el afecto, que mi pueblo sabe distinguir a quienes nos visitan.

Como quiera que mi pluma, escribe aquello que mi mente le dicta, y, porque quiero que en mi intervención prevalezca "piropear" a Higueruela, tal y como es merecedora, quizás encontréis mi pregón algo diferente del de mis predecesores, pues considero primordial que mis palabras sirvan de estímulo a la disposición y prudencia que nos merece ser hijos de Higueruela, siendo este el motivo por el que me presento ante vosotros tal cual, soy.

Por tanto, la presentación de mi biografía, como Pregonero de Fiestas, nada tiene de especial, pues como la mayoría sabéis, yo soy una persona cuya única aspiración es considerarme uno de vosotros, que quiere y desea compartir vuestras vivencias y, que, por encima de todo, me siento feliz si la felicidad impera entre mis amistades, mis gentes, y en general, en todo aquello que tiene por significado hacer de Higueruela un pueblo más digno y mejor. Pues soy, y así me considero, un ciudadano de a pie, que junto a mi fallecida esposa Ana, formé a mi familia en el seno de nuestro pueblo, y que hoy, junto a mi hermano, hijos y sobrinos Tolsada Belmar, componemos la saga de la actual generación de los Belmares, de procedencia higueruelana.

Por consiguiente, poco más os puedo contar que la mayoría no sepáis. Sólo os diré, que, mi apellido Belmar procede de los sefarditas, aquel pueblo que, por así considerarlo sus Graciosas Majestades los Reyes Católicos, fueron en su mayoría expulsados de España.

De tal manera, y del mismo modo que el amor crea ilusiones, presento mi alocución ante presentes y ausentes, confiado con mi intervención de Pregonero, llenar algún apartado rincón de vuestros corazones, donde mantengáis vivo el cariño, afecto y, buen hacer de Higueruela, pueblo que, en su aprecio y distinción, ha sembrado durante su historia, la semilla de paz y concordia reflejada en el pluralismo de las personas, y que por igual, como he dicho anteriormente, dispensa con su hospitalidad a quienes nos honran con su visita.

En este punto de encuentro, relacionado con nuestras Fiestas y costumbres, obligado se hace comentar los vínculos religiosos del lugar.

Así, al no constar con referencias de Virgen alguna en nuestro santoral, quizás fuera este el motivo, por el cual, proliferó la devoción al Santo y Santas elegidos como patrón y patronas.

De igual forma que con anterioridad, San Antonio de Pádua, lo fue de la calle que lleva su nombre, las Alfarerías y las Maldolivas, igualmente a su vez, lo fue Santa Bárbara, y Santa Quiteria en la actualidad.

Al forastero que llega por primera vez a Higueruela, le sorprende las dos imágenes de nuestra Santa, la Nueva y la Vieja. Es sabido que, con la llegada de la nueva imagen, al ser recibida en el Camino del Charco, (hoy Avenida de la Constitución), en su calidad de nueva y primera procesión, se desarrolló una tormenta acompañada del consiguiente pedrisco, cuya granizada se produjo en el casco urbano, sin ocasionar daño en los cultivos del campo, siendo esta la causa de celebrar dos procesiones, una a Santa Quiteria la Nueva y otra a la Vieja, pues según las beatas del lugar, la granizada se produjo por el enfado de Santa Quiteria la Vieja, al ser relegada a un segundo plano y no sacarla a lucir sus atributos.

Según otras versiones, lo que aconteció fue un hecho de dualidad milagrera, es decir, que al igual que la Vieja hizo que se desarrollara la tormenta, la Nueva, no permitió que la granizada se propagara fuera del casco urbano, evitando el daño, que de no ser así, se hubiera visto afectada la agricultura.

Pero en fin, fuera lo que fuere, el caso es que nuestra Santa, goza de gran veneración dentro y fuera de Higueruela, como lo demuestra la gran afluencia de gente, que de todas partes viene a participar en los preceptos religiosos que se celebran en su honor.

Voy a puntualizar algo que muchos y muchas ignoran, y es, que la denominación de Vieja de las Santas, procede de la anterior patrona Santa Bárbara la Vieja, que era sumamente venerada, hasta el extremo que en pleno invierno, con temperaturas bajo cero y nieve, (su fiesta se celebra el 4 de diciembre), las mamás llevaban a los niños en pantalón corto, tal y como entonces se vestía, a la Ermita de la Santa a cumplir con los preceptos religiosos. Esto lo contaba mi suegro Diego el Pollo, cuya familia era muy devota y practicante.

Otro de los caracteres naturales que distingue las diferentes facetas, poseedoras de la tierra que nos vio nacer, es el afecto de quienes tuvieron la fortuna de visitarnos, y que guardan de Higueruela, gratos y evocadores recuerdos.

Simplemente, como un hecho anecdótico, referiré un caso muy particular ocurrido recientemente, y por supuesto, digno de mención.

Se trata de una persona de noventa años (90), que no hace mucho, desde Nueva York, lloraba de emoción al recordar Higueruela. Algo especial tendrá nuestro pueblo, para que, un personaje que relacionado con nuestra tierra por las razones que fueren, y a pesar del tiempo transcurrido, en la lejanía, sienta la emoción y nostalgia hacia Higueruela y sus gentes.

Y puestos a comentar citaciones de personajes que pasaron por Higueruela, aprovecho la ocasión para hacer mención a Don Juan Cortés García, cura de nuestra parroquia que, independientemente de su gestión en el desempeño de sus funciones eclesiásticas, contribuyó a favor de la clase humilde, tanto en la ayuda material a los más necesitados, como su participación en la labor educativa, llegando incluso a impartir clases de cultura general sin percibir apenas retribución alguna. Me cabe la suerte, de haber pertenecido en mi infancia a dicho alumnado, en cuya cátedra, al igual que el resto de educandos, adquirí la base socio-cultural y educativa que, con el tiempo, me sirvió de ayuda en el desempeño de mi vida laboral.

Aunque no soy partidario de concretar citaciones nominativas, quiero rendir un pequeño homenaje "entre otros", a cuatro personas que, a pesar de la diferencia de edad que nos separaba, me llena de orgullo haber compartido su amistad. Fueron:

Miguel Corredor, el de los Conejos; Alfonso Fernández, el Borrachín; Alfonso Cantos, Zaragata y Lucas Peral "Rentes". Amigos de los que siempre recibí sabios y prudentes consejos, y cuya trayectoria de afecto personal, estuvo plagada de altruismo y lealtad. Al igual que a todos, descansad en paz.

Voy a terminar muy brevemente, matizando una pequeña observación:

Si me preguntasen a quien desearía dedicar mi pregón, sin lugar a dudas y de todo corazón, diría que a vosotros y vosotras aquí presentes, a los ausentes, que por el motivo que fuera, no pudieron estar con nosotros, y como es natural, a los seres queridos que un día nos abandonaron.

Y antes de finalizar, con el fin de que mi pregón sirva de estímulo e ilusión, para crear e infundir los gratificantes sentimientos del pueblo higueruelano, y, colocar en el lugar que le corresponde el listón de nuestra escala de valores, vuelvo a insistir, para que, estrechando los lazos de paz y concordia que nos caracterizan, hagamos de HIgueruela, un pueblo digno de quienes nos sucedan, un pueblo, que sea la envidia y admiración de todo aquél que nos visite, porque vosotros sois la página viva de nuestra Historia, y, en vosotros está la capacidad y disposición, de superar los límites establecidos en la conducta y buen hacer de esta tierra.

Porque, sin lugar a dudas, sois el manantial, que irriga los campos de esta tierra que nos dio la vida, tierra depositaria de los valores, que a través de la HIstoria, reverdeció con el sudor de vuestro trabajo. Así, pues, vosotros sois Higueruela, del mimo modo, que tú, HIgueruela, eres campo de cultivo donde florece la esencia de tus virtudes.

Por todo ello, por tu integridad de ánimo y bondad, por la potestad de obrar que el don natural te distingue, y, porque la vida pensando en tí, la transformamos en un mundo de ilusiones, donde las virtudes y buenas obras, son parte fundamental de los llamados hijos de Higueruela, a ti, HIGUERUELA, te rendimos el más sincero homenaje, del cual, con justicia y con razón, eres dignamente merecedora.

Y como no quiero alargar mi pregón, porque como reza el refrán "no por largo es mejor", antes de daros la gracias y desearos toda la felicidad de la que sois merecedores, termino con este cuarteto compuesto para la ocasión, que dice así:

No opta alargar el discurso
cuando hablan los corazones
porque, el corazón en su plegarias
solo entiende de amores.

Muchísimas gracias a todos y todas por vuestra presencia y atención que me habéis dispensado..

¡VIVA SANTA QUITERIA!
¡VIVA HIGUERUELA!
¡FELICES FIESTAS!

aminguez/00029

   
©Higueruela,mi pueblo • Volver a: Pregoneros Resumen 2012 página inicio