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PREGÓN de
Juan Francisco Molina Gómez,
PARA LAS FIESTAS DE SANTA QUITERIA 2009.

Buenas noches y muchas gracias, Martín por tus generosas palabras de presentación. Y gracias también a la Comisión y a sus infatigables miembros por haberme elegido este año  pregonero, lo que es un honor para mí...

El 5 de julio de 1989 un Mirage F-1 de la Base Aérea de Los Llanos se estrelló en el campo de maniobras de Chinchilla. No pasó nada grave, el piloto instructor y su acompañante saltaron  antes de que el avión cayera al suelo. Habían notado una anomalía en el tren de aterrizaje, y ante la posibilidad de un accidente, el piloto decidió llevar el aparato hasta una zona despoblada, o sea, aquí cerca, y estrellarlo. Se abrió una investigación, como siempre que se estrella un aparato, y cuando la noticia se filtró a la prensa, yo que era corresponsal de Televisión Española y Radio Nacional de España en Albacete, avisé al cámara Antonio Saiz, y nos fuimos al campo en busca de lo que quedaba del Mirage.

Este fue el primer contacto que yo tuve con Higueruela, porque tras grabar los restos del avión y hacer alguna entrevista, entramos en el pueblo para llamar por teléfono -entonces no había todavía móviles-, y en busca del alcalde. Curiosamente, las primeras calles que nos encontramos nos llevaron directamente a Las Cuestas. ¡Quién me iba a decir a mí que ese primer destino iba a ser el lugar que, por circunstancias de la vida, yo iba a conocer tan bien en el futuro...!
Recuerdo que llamé a mi jefe, para contarle lo que habíamos grabado, desde la cabina de teléfono que estaba frente al Maleno y tomamos después un café, antes de regresar a Albacete....

Luego hubo unos años --los mayores lo recordaréis perfectamente-- en que Higueruela estuvo en todos los informativos de España por noticias relacionadas con el campo de tiro. Que si estallaba una granada y hería a gente. Que si la trayectoria de los morteros que se lanzaban en el campo se acercaban al pueblo, que si los ganaderos  veían pasar los proyectiles... Y hubo incluso alguno que cayó donde no debía, causando daños materiales, aunque por fortuna, nunca desgracias personales, que yo recuerde.

Los pastores de la zona sabían también el peligro que corrían cuando se situaban en determinadas zonas hacia donde los disparos se desviaban con más frecuencia de la que debían. En aquella época llegó incluso a plantearse una ampliación de los terrenos de propiedad militar hasta prácticamente los aledaños del pueblo. Y eso generó la inmediata reacción por parte de muchos vecinos, y de algunos colectivos de Albacete, sobre todo los que estaban socialmente más concienciados. Afortunadamente esa iniciativa, con el apoyo de todos, se pudo frenar...

Y también pudo frenarse, diez o doce años después, el proyecto de convertir el campo de maniobras en un campo de tiro y de prácticas para los aviones de la OTAN. Eso fue en 1997, la Alianza Atlántica buscaba un lugar deshabitado para que los cazas pudieran lanzar sus misiles. En aquella ocasión los amigos de la revista Stizerola hicieron un número monográfico en contra del campo de tiro, y me pidieron una colaboración, como periodista, y yo les envié, desde Murcia, donde estaba trabajando entonces en Televisión, un artículo en el que me oponía rotundamente a esta nueva iniciativa.

Recordaba los peligros de hacer un campo de tiro donde había zonas habitadas tan próximas, y recordaba que esa enorme sierra procomunal de Chinchilla, donde el ejército hacía sus prácticas de maniobras con tanques y blindados había traído al pueblo más molestias y dolores de cabeza que dinero, que inversiones, o que compensaciones. Sobre todo había traído problemas, como aquel año que hubo, lo recordareis también, una plaga de langosta que devastaba los cultivos, y que procedía precisamente de la zona baldía del campo de maniobras... Una historia de la que en su momento también se hizo eco la televisión...

Os digo todo esto para que veáis que seguí de cerca en su momento los problemas del pueblo. Y para que comprendáis lo mucho que me alegré cuando por fin pudimos dar buenas noticias, que fue cuando se instalaron las  primeras molinetas, cuando Higueruela fue pionera en el primer parque eólico de Castilla-La Mancha, y uno de los primeros de España. Un ejemplo que luego seguirían tantos otros pueblos, hasta convertir nuestro país en una de las primeras potencias de energía eólica de Europa.

Bien, pues todo ese proceso pude ya vivirlo más de cerca, porque eran años en los que siempre veníamos aquí en verano, y pude comprobar cómo hacían esa gigantesca base de hormigón para sostener los aerogeneradores; y lo grandes que eran las palas, que de lejos parecían pequeñas... Y lo pude comprobar de la mano la persona con la que entonces yo recorría los alrededores del pueblo, que era Silverio.

Eso me acerca un poco a la historia más personal. Hasta ahora os he hablado de noticias, de lo que conocí de Higueruela por mi profesión.

Pero para mí ha sido mucho más importante el conocimiento de las personas. Porque yo he tenido la suerte de dar con una familia magnífica que hunde sus raíces en este pueblo y que ha dado ejemplos tan buenos como los que tengo ahora a mi lado ...

Recuerdo la primera vez que pisé la iglesia de Higueruela:  Ana era entonces mi novia. Y nos encontramos en el templo con una persona  que visitaba mucho la iglesia, que era la tía Josefa, Josefa de Madrona. Y recuerdo que delante del altar, se puso a susurrarle algo a la Santa. Y Ana le preguntó:
        -Pero qué dices, tía Josefa....
     Y Josefa contestó:
        -Rezo a la Santa para que os caséis y seáis muy felices.
     Y así fue como yo escuché por primera vez la historia de Santa Quiteria, que me impresionó bastante, porque desde luego la tía Josefa sabía contar historias de santos... Y además es una historia cargada de emotividad y de tragedia, pero con final feliz... Ya sabéis que Santa Quiteria no se quería casar por mantenerse fiel a su fe cristiana, que terminó degollada por no hacerlo, y que los perros rabiosos, al final, lejos de morderla, se rebelaron contra sus perseguidores.

Pues bien, esa leyenda, y las circunstancias en que la escuché me impresionaron, y efectivamente poco después nos casamos y tuve oportunidad de comer más veces los famosos gazpachos de Silverio, que había probado por primera vez en la aldea de Mingo García, y desde entonces ya mi destino quedó firmemente ligado a Higueruela y a todos los que vivís aquí...

Por eso quiero aprovechar este pregón también para rendir homenaje al hombre que vivía en Las Cuestas, amigo de hacer favores, que siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás, que siempre estaba listo a acudir a hacer una matanza, siempre preparado para mediar en la solución de un conflicto, o para acudir allá donde lo necesitaran. Un hombre que enseñó a sus hijas a amar el campo, la naturaleza y los animales. Un hombre que enseñó a sus hijas a ser agradecidas. Un hombre desprendido. Un maestro de la vida cotidiana, tanto por lo que decía como por el ejemplo que daba. El hombre que nos dejó como legado un pinar y un molino, y un Museo Etnográfico que de alguna manera forma ya parte del patrimonio del pueblo y que espero que pronto pueda volver a ser visitado por todos los que quieran verlo. Ese hombre es, como he dicho, Silverio.

Y un homenaje también a su mujer Ana, que fue la encarnación de la sensatez y la perseverancia.  Una mujer que fue buena consejera y confidente, que supo sacar lo mejor que tenían cada una de sus hijas para darles una vida feliz. Una tarea en la que sin duda triunfó. Los dos, Ana y Silverio, muy bien podrían estar viéndonos en este momento, y si así fuera, muy bien podrían estar haciéndolo con una sonrisa, porque llegan las fiestas y el momento de la fiesta es precisamente uno de esos a los que, sobre todo Silverio, sabía sacarle todo su jugo, porque era un hombre al que le gustaba mucho divertirse...

Y a eso, pues, es a lo que yo os animo hoy desde aquí. A divertiros, a pasar unas felices fiestas 2009 en compañía de vuestra familia, de vuestros amigos y de los numerosos visitantes que aprovechan estos días para acercarse al pueblo y disfrutar de una de las fiestas que se viven con más sentimiento y más intensidad, como son estas fiestas de Higueruela.

Quiero enviar, antes de despedirme, un recuerdo muy especial a todos aquellos que nos han dejado en este último año, a nuestros seres queridos que estaban el año pasado y ya no están con nosotros. Y a aquellos que, por motivos de trabajo, o por lo que sea, no pueden venir, y estos días producen en ellos un sentimiento muy especial de añoranza por no poder estar con nosotros.

Quiero mencionar también a las personas mayores y a las personas impedidas, que por motivos de salud no pueden acompañarnos esta tarde, pero que nos siguen con el corazón.

Quiero enviar también un cariñoso saludo a una persona que representa a un colectivo muy importante, que se desvive y se deja la piel por el pueblo, y por lo más importante que tiene, que son sus niños. Le envío desde aquí un fuerte abrazo, muy cariñoso, a Baltasar que se ha jubilado este año, y que a tantos niños ha educado con esmero y dedicación...

Quiero mencionar expresamente a la Comisión de Fiestas 2009, por los muchos esfuerzos y las muchas horas de trabajo que ha dedicado –y sigue dedicando- generosamente al pueblo, con la única finalidad de que estas fiestas salgan lo mejor posible para todos.

Y saludar con alegría esta magnífica idea de formar comisiones para organizar las fiestas con gentes de una quinta, que supone que mucha gente que ha perdido el contacto con el pueblo, pueda volver a reencontrarse con él.

Felicitar a los majos y las majas, que representan a los jóvenes que encarnan nuestra mejor visión del futuro. Ellos son la savia joven, el mejor seguro de que la vitalidad y el espíritu emprendedor que tiene este pueblo continuará. Ellos serán los encargados de mantener y aumentar la pujanza que ha adquirido Higueruela, tanto desde el punto económico como cultural, realmente sorprendente a juzgar por el tamaño del municipio.

Y ya termino, ahora sí.

La vida, queridos amigos, bien lo sabéis, sería insoportable si no tuviéramos fiestas. La fiesta es el momento de la ruptura. El momento que nos permite desconectar del tedio de nuestra vida cotidiana. El momento que nos permite comunicarnos con otras personas a las que tal vez no vemos el resto del año. El momento en el que trabamos nuevas amistades. La fiesta es el momento que nos permite evadirnos. Olvidar un poco lo que hacemos el resto del año. Es una pausa en la incesante actividad que mantenemos el resto del año... Y ha llegado el momento de que comience esta pausa.

    Por tanto, bien venidas sean las fiestas. Y gritad conmigo.

¡Viva Santa Quiteria!

¡Viva Higueruela!

¡Felices fiestas 2009!

Un fuerte abrazo a todos, y a disfrutar... 

   
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