Os voy a contar la historia de mis bisabuelos Benito Mínguez y Serafina Almendros.

Mi padre Pedro Pérez Mínguez nos contaba muchas veces lo fuerte y valiente que fue su abuela Serafina en aquella época de mitad del siglo diecinueve ya que ésta, la víspera de su boda rompió con el novio que tenía entonces para casarse.

Mi bisabuela Serafina era novia de mi bisabuelo Benito cuando a éste lo mandaron a hacer el servicio militar a Cuba,  país que estaba inmerso en una gran guerra, pero en aquella época no había medios de ahora por lo que fueron tres años sin cartas y sin noticias de él, llegando a darle por muerto.

Serafina pensaba que Benito ya no iba a volver de Cuba y se echó otro novio con el cual se iba a casar, pero un día antes de la boda cuando ya tenían la comida del banquete preparada y los invitados convocados, Benito, por sorpresa y para bien regresó de la Guerra de Cuba, venía en tren y bajó en la estación de Bete y como nadie sabía nada de él no fueron a buscarle y vino a Higueruela andando, cuando iba llegando al pueblo cerca de la Hoya Mañas se encontró con un vecino y después de saludarle y hablar,  el vecino le dijo que Serafina se casaba al día siguiente, a lo que le contestó “Pues ya te digo yo que Serafina mañana no se casa”, y así fue, Serafina no se casó con el novio que tenía. Esa noche Benito fue a verla y hablaron y se entendieron, tras esto como Serafina seguía queriendo a Benito ella anuló la boda y al poco tiempo se casó con su amor de toda la vida mi bisabuelo Benito con el que tuvo cinco hijos: Martín, Antonia, Restituta, Engracia y Lidia.

Mi padre siempre nos decía que su abuela Serafina había sido una mujer de Bandera, de cinco hijos Antonia fue mi abuela.

Mi abuela Antonia Mínguez Almendros que nació en el año 1876 se casó con mi abuelo Pedro Juan Pérez Navalón, que era albañil y tuvieron cuatro hijos, Valentín, Serafina, Rogelio y Pedro mi padre, todos siguieron la profesión de mi abuelo.

Mi abuela Antonia también fue una mujer muy adelantada a su época, estando mi padre sirviendo en plena guerra civil, mi abuela cogió su cesta de maleta y viajó sola y muy enferma en tren hasta Don Benito (Badajoz), para ver a mi padre que allí estaba. Mi padre nos contaba que la despidió en la estación de Castuera y que no volvió a verla. Ella falleció el dieciocho de octubre de 1939 a los sesenta y tres años. Cuando él volvió  de la guerra ella ya había fallecido, fue una mujer muy valiente como su madre, en fin, esta es la historia de mis bisabuelos y abuelos.

Muchas gracias y un saludo. Amelia Pérez González

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