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Alcaldes de Higueruela.
Antonio Tolsada García.
Del 28 junio 1966 al 3 de abril de 1979.
Año 1975 Concurso de calles engalanadas.
Damos a conocer unas pinceladas de su etapa como político local, nos la comenta uno de sus hijos:
El 28 de junio de 1966 tomó posesión como alcalde de Higueruela, cargo que ejerció hasta el 3 de abril de 1979.
Su primera actuación como tal fue un plan urgente de reparación de fuentes públicas, aceras y fachadas de la práctica totalidad de viviendas del municipio, a la sazón muy deterioradas.
Las calles de Higueruela el año 1967.
A continuación acometió la labor que él consideraba más importante: la mejora de la sanidad de la población: se realizaron prospecciones y excavaron pozos para asegurar el suministro de agua potable, se construyó un depósito de agua para el abastecimiento público.
Buscando agua en "La Calicata"
Foto cedida por José Morillas.
Asimismo se ejecutó la red de alcantarillado y agua corriente para el servicio de toda la población; se creó un servicio municipal de recogida de basuras, desapareciendo los vertederos y estercoleros que rodeaban el pueblo. La posterior pavimentación de las vías públicas contribuyó finalmente a la mayor limpieza y sanidad.
Pasacalles por la calle Primo de Rivera.
Todas estas actuaciones en materia de sanidad generaron durante años puestos de trabajo que frenaron en gran medida el alto nivel de emigración, en aumento desde los primeros años sesenta. Paralelamente gestionó la instalación por parte de empresarios almanseños de talleres de aparado de calzado.
En cuanto a la educación, se creó el servicio de transporte escolar para los niños de aldeas y pedanías, y un comedor escolar.
Siendo alcalde Antonio Tolsada quedó prácticamente resuelto el eterno problema de la Sierra Procomunal, que concluyó con el deslinde definitivo de los términos municipales afectados.
En líneas generales, eso es más o menos lo que Antonio Tolsada hizo por su pueblo como alcalde. En esos trece años sirvió, atendió y ayudó a todas las personas que lo necesitaron, sin distinción de clase social, situación económica o ideología política o religiosa; tal vez por eso, cuando el mismo año que cesó como alcalde (1979) se convocaron elecciones municipales, todos los partidos que concurrieron en Higueruela le ofrecieron un puesto en sus listas electorales.
El día 3 de abril de 1979 cesó como alcalde de Higueruela, al convocarse con esa fecha las primeras elecciones municipales, después del cambio político a nivel nacional, aprobado mediante un referéndum del año 1976, donde pasamos de dictadura a monarquía parlamentaria.
Cesáreo, el mayor de sus hijos, cuenta una anécdota ocurrida el año 1973 teniendo como protagonista a su padre alcalde de Higueruela y su tío Antonio Tolsada Almendros, alcalde de Hoya Gonzalo:
"Fue un 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, y hacía un frío que pelaba. Sobre las dos del mediodía se recibieron en los Ayuntamientos de Higueruela y Hoya Gonzalo sendas llamadas telefónicas por las que una individua (cuyo nombre no revelaré para evitarle represalias) que se identificó como la Secretaria del Gobernador Civil, anunciaba la visita de este esa misma tarde, a las 17.00 horas, a los dos ayuntamientos.
Rápidamente los dos alcaldes convocaron a los plenos municipales para que todos estuvieran preparados, con traje y corbata incluidos, a las cinco en punto de la tarde, para recibir con honores al Sr. Gobernador Civil.
Más de un concejal, por aquello del aseo personal y los cambios de ropa interior para el evento, pilló un buen resfriado.
A las cinco estaban todos puntualmente en sus ayuntamientos. Se hicieron las seis y más, y el Sr. Gobernador no aparecía. Entonces alguien insinuó que podría tratarse de una inocentada dada la fecha del día. Se desechó tan impensable atrevimiento y se procedió a llamar por teléfono al Gobierno Civil para saber la causa del retraso.
Resultó que el gobernador estaba pasando unos días de vacaciones en Barcelona con su familia, lo que confirmó la hipótesis de la inocentada y desencadenó el consiguiente cabreo y ansias de venganza en las dos corporaciones municipales, sobre todo en el alcalde de Hoya Gonzalo, D. Antonio Tolsada Almendros, que afirmaba enérgicamente una y otra vez: “Esto no puede quedar impune”.
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