Año 1885.

EPIDEMIA DE COLERA EN HOYA GONZALO E HIGUERUELA.
Ese año 1885 era alcalde de Higueruela José Bueno Sáez que dimitió en  Junio, sustituyéndolo en el cargo Alonso García Aparicio.

(Información recogida de DIARIO SANITARIO
La epidemia de cólera de 1885 fue la más mortífera que recordaría la ciudad  de Albacete en el siglo XIX. En algo más de un mes segó la vida de 737 personas, cerca del 5% de la población.

 Pero el caso es que a Albacete siempre le llegaba el cólera por la estación de tren. Si en 1865 pudo llegar de la mano de un militar que viajaba con dos sobrinas enfermas, en 1885 el origen fue un matrimonio, vecino de la calle San Agustín, que habría contraído la enfermedad en los baños de Archena. Almendros ¿? da detalles de cómo el cólera se extendía entre los pobres, que carecían de los medios de desinfección que aconsejaban los médicos.

LA REVISTA DE ALBACETE DEL DIA 10 DE AGOSTO DE 1885.

En sus páginas informa de esta epidemia y recoge información de los pueblos de Higueruela y Hoya Gonzalo:

“El Gobernador de la provincia, con el conocido doctor Sr. Pérez y don Mateo Villora, estuvieron en Hoya Gonzalo el viernes de la semana pasada. La epidemia en aquel pueblo es horrorosa; son pocos los vecinos que no ha han sufrido y muchísimos los casos que han tenido un desenlace fatal. Los habitantes del pequeño pueblo de Hoya Gonzalo están acobardados y se quejan de que el Gobierno no haya atendido antes a mejorar su situación y levantar su ánimo.

Además se nos ha dicho que el Gobernador ha dispuesto que vaya el médico  del Villar, de día; y con esto no se hace nada, pues Hoya Gonzalo necesita un facultativo de día y de noche, y todavía más de noche.

Un amigo de Higueruela nos escribe, que con motivo del cordón establecido en el pueblo, se están cometiendo toda clase de abusos y que hay personas que aprovechan el acordonamiento en beneficio propio.

No dejan salir del pueblo a nadie, ni sus vecinos encuentran medio de comunicarse con otras poblaciones ni aun por escrito. En Higueruela hay muchas personas que hubieran llevado toda clase de recursos a Hoya Gonzalo y no lo han hecho por ese aislamiento que no queremos calificar.
Ya es tiempo de que desaparezcan los cordones.