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Año 1878.
Asesinato en el tren.
Información recogida del periódico LA PAZ DE MURCIA del dia 23 de noviembre del año 1878, donde Francisco Mancebo Bonete, cura de Higueruela.manda esta noticia
Higueruela 20 de octubre de 1878.
Señor director:
Muy señor mio: dolorosamente impresionado tomo la pluma para poner en su conocimiento un nuevo atentado de robo contra el tren-correo ascendente de anoche, y un asesinato cometido por los criminales, ocurrido a las nueve aproximadamente entre la estación de Alpera y Villar, y seguramente en el térrmino municipal de esta villa. Me ha sido relatado él del modo como sigue, dispuesto a rectificar cualquier inexactitud:
Como a un kilómetro de la estación de Alpera, se presentaron en el furgón de cola repentinamente dos desconocido, armado el uno con una pistola de dos cañones, hallándose a la sazón dormido el conductor acompañado no se porque causa de un guarda-freno: al ruido brusco producido por la entrada de estos criminales, despertóse el conductor y al incorporarse recibió dos tiros, según me dicen en la ingle y muslo, mientras luchando desesperadamente el guarda-freno con el criminal, consiguió arrojarle violentamente por la portezuela y cuando el tren marchaba a bastante velocidad, por lo que se cree que a estas horas habrá sido habido el criminal arrojado.
Nada podía hacer el desgraciado conductor, pero el valiente y denodado guarda-freno, que había desarmado al primero quitándole un revolver antes de arrojarlo del furgón, se cogió a brazo partido con el asesino que quedaba, y luchando ambos con desesperación sin que nadie se apercibiera, y el tren marchando y ellos luchando, hasta que gracias a Dios pudo arrojar con violencia al otro criminal, cuya suerte y paradero ignoro en estos momentos, muy cerca ya de la estación del Villar, a donde llegado el tren se dio voz de “ladrones” causando esto tal confusión en los empleados y viajeros, que parecía una de esas escenas desgarradoras que tantas veces se han repetido en nuestros ferrocarriles.
El desgraciado conductor murió a la una y media de la madrugada, después de haber recibido los auxilios corporales y espirituales que demandaba su lastimoso estado. He oído decir que los empleados del Villar cumplieron como buenos, esforzándose todos a porfia, en prestar socorros al herido y consolar a todos los que se hallaban angustiados y alarmados.
Conste así para que se sepa que hay empleados dignísimos, acreedores, por su nunca desmentida caridad, a las consideraciones de sus superiores y de los que saben sus buenos comportamientos.
Diose cuenta al Villar, como pueblo mas próximo, de donde vinieron los primeros socorros, y después a Albacete, Almansa y Alpera, saliendo la Guardia Civil para el sitio de la ocurrencia, a a esta hora que escribo sale el juzgado municipal de esta villa para el sitio de la ocurrencia,
No quiero hacer comentarios, señor director, por dos razones: primera porque me hallo bajo una impresión tan desagradable al ver la frecuencia de estos abusos, que quizás mi pluma escribiera mas claramente que la caridad aconseja, atendiendo mi estado, y segunda porque Ud. Lo hará mejor que yo y cuantos sepan este desgraciado suceso. Me dicen que ni en el Villar ni en Alpera había guardia civil, y por consiguiente tampoco en dichas estaciones: ¿Dónde estaban?
Sabiendo lo bien que cumple tan benemarito cuerpo con sus deberes, supongo que su ausencia sería causada por órdenes que los llevarían a otros servicios quizás urgentes. Repito que rectificaré cuantas inexactitudes pueda contener este relato, oído por mí y contado por un viajero que llega a este pocas horas después del suceso.
Dejo de escribir cosas desagradables para consignar objetos dignos de aplauso.
Hace ocho días se abrió en este pueblo una academia de adultos que, dirigida por el profesor de instrucción primaria y el secretario de este ayuntamiento, da excelentes resultados, acudiendo a ella de noche muchos jóvenes de quince a veinticuatro años.
Invitado como cura a su apertura, tuve el gusto de dirigir la palabra a aquellos jóvenes, que oyeron con atención mis consejos, demostrándoles las ventajas de su instrucción para ellos, para sus familias y para este pueblo. Han dado pruebas de querer ilustrarse, ya por su buena asistencia como por su aplicación, y en vista de resultados, me he tomado el trabajo de explicarles religión y moral, para la clase pobre, sobre todo, pueda saber sus deberes como hombre y como cristiano.
Si, como esperamos, sigue la autoridad local favoreciendo esta escuela, ampliaremos las explicaciones, bien sobre agricultura, bien sobre aquellos conocimientos que puedan ser de mas utilidad a esta sociedad de jóvenes.
Concluyo suplicando a Ud., inserte en su apreciable periódico sobre la necesidad de que los talones para suscripciones se extiendan a todos los pueblos; aquí no hay, y yo tengo que traerlos de Albacete, punto mas próximo, y por cuya razón no he renovado la suscripción, y lo haré tan luego pueda adquirirlos.
En el interin no deje de remitirme su periódico.
Queda como siempre de Ud., afectísimo capellán y S.S,Q.B.S.M.-F.M(Francisco Mancebo Bonete.)
(aminguez en Albacete a 8 de febrero 2022).
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