1953.
El primer turista.

Quizás por el año 1953 aun no existía la palabra TURISTA y deberíamos decir los primeros visitantes de Higueruela, ya que fueron cuatro las personas que se desplazaron a nuestro pueblo. Corría el año 1953, incluso sabemos la fecha exacta 23 de junio.

Chocaba que en aquellos años de sardinas salás y mucho bacalao. Años de pan con pringue para merendar, de camiones con sardineta que vendían en el parador, hubiera personas que pudiera estar durante un mes sin necesidad de trabajar, vamos, de vacaciones.

La historia nos la cuenta en primera persona uno de los protagonistas. Antonio Alberto Marín Muelas, nacido en el año 1925 en Masanasa, un pueblo de Valencia. María Puertes Espi, su mujer  nacida en Muchamiel (Alicante) y los hijos de ambos Tonín y María Dolores.

¿Porque vinimos a Higueruela?

Para recuperar la salud, al recomendarme el médico un "Cambio de aires". El médico al volver en julio  me dijo" estas muy recuperado, pero si te pudieras estar otro mes, creo que te quedarías como nuevo.

Venir al pueblo fue por La Paca, una vecina nuestra en Masanasa, familia de Neptalí.

Tanto nos gustó el pueblo y sus gentes que, desde entonces,  hasta ahora, hemos venido todos los años, que son ya 51.

Aquel primer año durante un mes estuvimos  hospedados en la casa de "La Ramoneta", en la Cuesta del Castillo. Volvimos de nuevo en septiembre de ese mismo año, otro mes aproximadamente. Esta vez alquilamos una casa.

Por aquellos años también venía a veranear a Higueruela, un periodista gráfico apodado MILOS, que trabajaba en el  periódico Levante, se hospedaba en la posada de Benito el Panadero.

Durante muchos años estuvimos alojados en "Los Pajaritos", preciosa casa en las afueras del pueblo, con una senda jalonada de almendros y pumares, mucha huerta y un bancal donde D. Pascual, sembraba flores que luego vendía o regalaba. Con esta familia hicimos una gran amistad.

Por un "mal entendido" con "Sabas" marido de Rosita y yerno de D. Pascual, por culpa de una fidegua, dejamos de ir a esta casa, el año siguientes fue nuestro descanso en la Posada de Mateo,  creo recordar que pagamos a 33 pesetas día, pero como regalo nos dijo Doña Ana (gran mujer esta) os regalaremos el almuerzo y la merienda de los niños.

El año siguiente Ismael nos busco una casa de su cuñado El Roscao e hizo indagaciones y nos consiguió alquilar la casa de Gines en la Calle mayor, casa que utilizamos durante ocho o nueve años.

El año 1991 Tonín, mi hijo, nos dio la gran alegría de comprarse una casa en el pueblo. La casa del Pelao.

En los pueblos tenemos costumbre de apodar a las personas, a este le pusieron "Antonio El Joyero"