Texto del año 1992 de Blasico "el del cojo"

"... De entre las cosas que recuerdo de sus costumbres, hay una que no resisto a contarles y es el "sagato".

Consiste en una manera de hacer el fuego en las cocinas, en base a unas matas o leña recia como base o sostén y sobre ellos unos capazos de paja previamente humedecida para combustión lenta.

Este fuego calentaba el hogar y además servía para cocinar las comidas de la familia.

Por las mañanas aparecía rodeado de pucheros, naturalmente de barro, como correspondía al "pueblo de los pucheros". Para que estos no se volcaran, ya que su base de apoyo era generalmente pequeña y a la vez resultaban bastante panzudos, se les protegía el "atrancaor", consistente en un semicírculo de hierro con un asa, que se colocaba detrás del repetido puchero.

En la primera hora y para el desayuno se solían utilizar dos pucheros, uno para la leche y otro para la malta o café, también temprano se ponía el del cocido y junta a este otro con agua que debía estar siempre bien caliente, para ir añadiendo el agua que por evaporación perdía el del cocido, ya que era preceptivo el estar a la lumbre por lo menos cinco horas y no se podía emplear agua fría ya que los garbanzos se ponían duros.