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AYUNTAMIENTO VIEJO. ¿?-1986.
Fotografías.


Dos postales coloreadas del Ayuntamiento de Higueruela,
editadas por Industrias Gráficas Santa Fe, por encargo de "Benito el de la Tienda" las fechamos entre los años 1965-1970.
1954-1959 Crónica de Cosme Colmenero, mandada a esta página el año 2012:
El edificio del Ayuntamiento estaba en la calle Ramón y Cajal, haciendo esquina con la plaza; al lado estaba la casa de Valeriano, que era el Secretario; pero al nivel de la calle, había un arco por el que se subía a un barrio en el que vivían, entre otros, Antón el Alguacil, casado con Dolores, y sus hijos Antonio y Lola, la familia de los Abarcas, que tenían varios hijos, uno, Diego, era de mi edad. También vivía la familia de los Charros, una de cuyas hijas era Argentina, que iba con mucha frecuencia a la casa de mis tías; y la de los Arrieros.
El ayuntamiento tenía dos plantas; en la baja estaba el calabozo, una sala donde ensayaba la banda de música y se daban clases de solfeo a los niños y jóvenes aficionados. (La banda hacía un pasacalles por el pueblo la mañana de los días de La Fiesta y en alguna otra ocasión señalada, y a veces tocaba en el templete que había en el centro del jardín). Además, había otros cuartos, oscuros, sin ventanas en los que se guardaba el carcacho para las estufas del propio ayuntamiento y de las escuelas. En la planta primera estaba el despacho del alcalde, la oficina donde estaba el secretario, Valeriano, y el auxiliar, Alfonso, y otras salas vacías, aunque en una había una especie de biblioteca con algunos libros que se podían sacar para leerlos en casa; me acuerdo de haberme llevado varios, uno de ellos se llamaba "El Puente", una novela ambientada en la Guerra Civil.
Dependían también del Ayuntamiento el Alguacil, Antón, el Enterrador (Alfonso, que vivía en la última casa de la Gila), el vigilante, Aguilar, y otro hombre, Juan Acémila que cuidaba del motor del pozo de Los Chorros y del Jardín. Si algún chiquillo pisaba las flores o hacía alguna travesura, le gritaba para que lo dejara, y le amenazaba con "tirarle un garbanzo".
Era Alcalde Clamades Sáez Mínguez, que había recibido una ráfaga de ametralladora en la guerra, atravesándole la cara, de lado a lado, y un brazo, por lo que casi no se entendía lo que hablaba y llevaba el brazo siempre doblado. Su mujer se llamaba Consuelo no tenían hijos.
Valeriano, el Secretario, vivía con su mujer, Catalina, y sus tres hijos: Marita, Angelita y Pedrín.
Enfrente del Ayuntamiento estaba la casa de mis tías en la casa de al lado vivía Esteban (Estebaníco, decían ellas), Sabina y sus hijos, y más allá, María Isabel Tornero y su familia, y ya en la esquina junto a la calle que sube a la Iglesia, Gonzalo el Arriero, y enfrente de este, D. Juan Manuel el Maestro, su mujer y sus hijos, de los que recuerdo a Teofilo y a Juan Manuelín (Después vivió en esta casa Fulgencio con Carmen, su mujer y sus hijos Lucas (que jugaba muy bien al futbol), Angelita y Aurelia.
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