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Dios te salve...
Dios te salve, mujer Higueruelana,
estrella que en la oscuridad fulgura
miel de romero, la más dulce y pura
que se corta en el habla castellana.
Dios te salve, mujer Higueruelana,
amapola del trigo en la espesura,
casto tesoro de amor y de ternura
que nace, cuando nace la mañana.
El Sol de dora, la Luna te vela;
yo te brindo el alma de mi poesía,
sencilla, humilde, como es higueruela.
Cual araña, mi vieja fantasía,
solícita va tejiendo su tela.
El canto de amor a la tierra mía.
(1990).
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