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A Higueruela:
Cuantas veces he dicho que te quiero
con el alma desnuda de quimera;
savia eres de mi vieja primavera,
a mi vida, das vida por entero.
Por amor soy tu eterno prisionero,
y así acariciar tu tierra alfarera,
el aire, el agua, la mies en la era,
las flores del brezo, tomillo y romero.
Amor a mi tierra, amor a mi amada,
a esos tus muros de amores venero;
quiero mirarme en tu limpia mirada.
Y ser de tus valores pregonero,
que tengo el alma de amor inundada,
tu eres la luz de mis ojos ¡Te quiero!
(1991)
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