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Las excavaciones en Higueruela. Descubren cómo se vivía en la España musulmana del interior  (Las Provincias. J.M.LACUNAAlbaceteDomingo, 21 marzo 2021)

Los hallazgos de semillas en las alquerías árabes del yacimiento de La Graja, en Albacete, confirman que desarrollaban una agricultura de autoconsumo.

J.M.LACUNA.AlbaceteDomingo, 21 marzo 2021

El yacimiento arqueológico de La Graja, en Higueruela (Albacete), está arrojando nuevos datos sobre un aspecto por conocido de la España musulmana entre los siglos XI y XIII: cómo era la vida en los poblamientos andalusíes del interior de la Península, los ubicados en tierras de secano, pues existe más información acerca de los situados en ciudades y campos de regadío.

Las excavaciones, en las que están trabajando el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), las universidades de Castilla-La Mancha, Alicante, Granada y Valencia y el Instituto de Estudios Albacetenses, han permitido localizar semillas que servirán para reconstruir los espacios agrícolas de Al-Andalus. Así, se ha confirmado que estas comunidades campesinas desarrollaban una agricultura de autoconsumo basada, sobre todo, en el cultivo del cereal, el olivo y la vid, y una ganadería extensiva, especialmente de rebaños de oveja y cabra, que era aprovechada para la artesanía textil.

«El interés científico de este proyecto está fuera de duda porque supone conocer una parte de Al-Andalus hasta ahora desconocida. De hecho, entre los tres proyectos nacionales e internacionales que el CSIC ha elegido se encuentra éste. Los otros dos son los del Palacio del Rey Lobo en Murcia y el Palacio de los Reyes Normandos en Palermo», explica Pedro Jiménez, técnico de la Escuela de Estudios Árabes, del CSIC, que trabaja en este yacimiento. «Se han encontrado estructuras de viviendas bien conservadas, y piezas metálicas y cerámicas que nos ayudarán a descubrir cómo era su vida hace mil años y la convulsa época que vivieron desde el final del Califato hasta la llegada de los almorávides desde África», añade Jiménez. 
Desde el siglo XIX

 El yacimiento de La Graja se conoce desde finales del siglo XIX, cuando el arqueólogo francés Pierre Waltz recorrió el sureste de España en busca de antigüedades junto a Pierre Paris, famoso por haber comprado la Dama de Elche para llevarla consigo al Museo del Louvre. Ambos creyeron estar ante un yacimiento íbero pero con el paso de los años se demostró que La Graja es una alquería islámica, un asentamiento rural más extenso de lo que se sospechaba antes de su excavación.