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Año 2017
Adiós al Cuartel viejo
Día 15 de marzo.

Despídete como tu quieras de este trozo de nuestra historia.


Fotografía de Cándido Marín.

El día 15 de marzo comenzó el derribo de "El Cuartel viejo". Este edificio tan emblemático de Higueruela. Ha formado a su alrededor y dentro de él una parte de nuestra historia como pueblo. Aquí damos cabida a todos los comentarios de despedida que nos puedan enviar. Colocados por orden de recepción de los mismos.

JUAN SAEZ APARICIO:

Ahí va mi pequeña aportación, seguramente no demasiado original. Como digo, no me he dejado llevar por la nostalgia. Un abrazo y te felicito por la iniciativa. Juan Sáez Aparicio

"Mi paso por estas dos "aulas" fue muy corto, mi madre me había enseñado todo lo que estuvo en su mano en la Hoya Mañas, donde  estuvimos unos diez años, desde que yo tenía dos hasta los doce. Debí comenzar a ir a la escuela, justamente en el cuartel viejo, ya con siete años cumplidos, sólo un curso antes de comenzar la preparación para el ingreso (con clases extras a cargo de los dos don Josés, Colmenero y Martínez).

Para mí resultó un descubrimiento y un aliciente asistir a aquella escuela unitaria, pendiente de cuando el maestro explicaba para las primeras filas… Porque de lo que eran las últimas, todavía recuerdo la algarabía, el follón en las mismas.

Y los recreos ocupando toda la calle… Pero antes de ponerme a escribir, he decidido no dejarme llevar por la nostalgia. Finalmente
, decir que creo no se reconoció la labor y dedicación de D. José Colmenero".


Fotografía cedida por Ismael Mínguez.

CANDIDO MARÍN GONZALEZ

Hoy día 15 de Marzo de 2017 se ha comenzado la demolición de uno  de los edificios mas emblemáticos  de Higueruela, el antiguo Cuartel de la Guardia Civil y desde hace muchos años conocido popularmente con el nombre de el “ Cuartel Viejo “

Yo nací en 1947 y no recuerdo de ver en dicho Cuartel a la Guardia Civil, si recuerdo de ir de niño a jugar al patio con amigos de las muchas familias que habitaron en el referido edificio, recuerdo a María y Sinforiano, al Guarda Forestal , de apellido Calderón y su señora con sus 3 hijos Celso, Alejandro y Mari Cruz, al igual que el Director de la Banda de Música Juan Navarrete Pozo y su esposa Antonia García con sus hijos Mª Luisa, Fermín y Juan, con dicho Director aprendí solfeo y con 13 años debute en la Banda de Música y hoy en día sigo perteneciendo a la referida Banda.

También fui al colegio en uno de los dos que había en el citado edificio, en uno estuvo primero de Maestro D. Juan Manuel Martín y cuando se marcho ocupo su lugar D. José Martínez, yo iba al otro y mis maestros fueron D. José Colmenero y D. Antonio Tolsada y en Junio de 1961 finalizo el curso y mi etapa de colegio, y el 18 de Julio de 1961 inauguraron las casas de los Maestros y los nuevos colegios ( a los cuales ya no fui ) y que estaban donde ahora está la Residencia, Guardería infantil y Club de Jubilados. Cándido Marín González. Higueruela, 15 de Marzo de 2017.  

RAMON ALMENDROS PARDO

Eso era la corrala de Higueruela, cuantas familias habrán vivido hay      

   
Fotografías y texto de Ramón Almendros. copiadas "sin permiso" de su perfil en Facebook.

LOLA NUÑEZ

Claro que estaba viejo tiene muchísimos años por desgracia tendemos a deshacernos de lo viejo pero no se puede evitar sentir nostalgia de un lugar que como dices Ramón vivió tanta gente fue cuartel de la guardia civil y acogió niños refugiados de guerra, cada cual tenemos un pedacito de historia entre esas paredes, lastima que no se halla podido conservar en buen estado, eso si me da pena.

(Respuesta a Ramón Almendros, copiada de su Facebook)

COSME COLMENERO LOPEZ

Han tirado el cuartel viejo.

Cuando Cándido me lo dijo y me envió una foto con la pala derribándolo, algo en mi interior se me encogió; porque en aquel viejo caserón, que debía su nombre a que allí estuvo albergada la guardia civil durante muchos años, cuando quedó libre, sus bajos con fachada a la calle Santa Quiteria fueron convertidos en las dos escuelas de niños del pueblo. Una era la regentada por D. Juan Manuel Martín Tereso, a la que iban los niños que vivían de la calle Santa Quiteria, del Estanco y Ramón Franco hacia  abajo, y la otra, regentada en una época por D. Julio Perete y después por mi padre, D. José Colmenero, a la que iban los demás niños, desde los seis años. Todo aquél que ahora tenga más de 60 años, seguro que pasó por estas escuelas.

En el pueblo había también dos escuelas de niñas, una, la de Dª Antonia Hernández,  en la cámara de la casa de las Cuatro Esquinas, y la de Dª Isabel del Rey, en el bajo de la casa de D. Pedro Gil, al lado de la casa de Tano. Y una escuela de párvulos, en el callejón de Pascual el de Caldereta, de la que fue maestra durante un tiempo Dª Paquita, la del estanco.

Cuando a principios de los años 60  se construyó un nuevo grupo escolar, en donde ahora está la residencia de mayores, se trasladaron allí casi todas las escuelas, entre ellas las del cuartel viejo, y sus bajos fueron ocupados por otras actividades (recuerdo el taller de sastrería de Domingo Marín).

El resto del edificio estaba ocupado por algún otro local y varias viviendas en la segunda planta: allí vivieron, que yo recuerde, un maestro llamado D. Fernando Avilés, la hermana de Rosa de los Conejos, que vino al pueblo con sus dos hijos desde Venezuela y se quedó aquí algún tiempo; un guarda forestal que tenía dos  hijos (Celso y Alejandro) y una hija, Mª. Cruz, y otras familias.

Las aulas eran rectangulares, mucho más largas que anchas, con dos o tres ventanas a la calle, por las que entraba luz insuficiente por lo que siempre debían estar encendidas las bombillas que colgaban del techo.
Como estaban orientadas al norte, eran muy frías, y durante casi todo el curso había que encender la estufa de carcacho, que era el sistema de calefacción que teníamos.
No había aseos, por lo que salíamos a la calle para beber agua en la fuente del estanco  o para hacer nuestras necesidades en la calle Nueva.

El mobiliario estaba formado por varios pupitres de dos plazas, situados en la parte delantera, en los que se sentaban los niños mayores, y por otros con el asiento corrido, en los que se sentaban cuatro, cinco o más niños. Además estaba la mesa del Maestro, a la que nos acercábamos los alumnos varias veces durante la clase, para leer, para recitar alguna lección o para que el maestro nos preguntara.

Sobre la mesa del maestro había alguna enciclopedia, algún secante, un timbre para mandar callar a los niños, y la palmeta, con la que se golpeaba a los niños en la mano cuando se portaban mal.

Teníamos algún mapa que colgábamos en la pared, y una o dos pizarras, de madera pintada de negro, en las que escribíamos con clarión (una especie de tiza natural) y algunas veces con tizas de colores.
Detrás de la mesa del maestro estaban colgados en la pared un crucifijo, los retratos de Franco y José Antonio, y una reproducción de la Purísima de Murillo.

Como es natural, para los higueruelanos de mi generación el cuartel viejo estaba ligado a nuestro recuerdo infantil, cuando pasábamos en la escuela la mayor parte de nuestro tiempo.

Por eso el cuartel viejo ha sido, hasta su demolición, parte importante de la historia viva de Higueruela, y desde ahora, será historia y vivirá en el recuerdo de muchos de nosotros. 21 de marzo de 2017.
Cosme Colmenero López


Fotografías de Cándido

ANTONIO MINGUEZ CARRION:

En este epitafio sobre el Cuartel Viejo, lo primero que me viene a la memoria, es que mi madre me ponía alguna moneda en la mano y me mandaba a comprar un plátano a la tienda de Sinforiano para merendar, que estaba al entrar al cuartel a la izquierda.

Después como fui alumno de Don José Colmenero también tengo recuerdos de mi paso por esa escuela, como era de los pequeños, estábamos sentados en unos bancos donde cabíamos 6  o mas niños, no lo recuerdo muy bien. La tabla de multiplicar la estudiamos de una forma muy especial: La tabla del 10 se acababa pronto 10x10=100, La del nueve era un poco mas larga 9x9=81 y 9x10=90. Esto ha tenido secuelas toda la vida para mi, ya que cuando multiplico  9x8 mi mente lo cambia a 8x9 y encuentra la respuesta. Manchas de tinta y La ayuda americana: leche en polvo y queso.

Años después, en ese mismo sitio, Rogelio, el hijo de la Serafina puso un bar, ultra moderno con una barra muy alta y con taburetes alrededor de ella. En la puerta como reclamo tenía una chapa metálica donde se anunciaban los BATIDOS PULEVA.  Como aperitivo vendía "Panchitos" y bromeaba con este nombre porque a un cuñado suyo le llamaban así. Las sastrerías en aquellos años era un negocio muy floreciente, Domingo Marín puso en ese mismo local la suya, hasta que hicieron las casas de la calle mayor y la dejó. Después cogió el local  Amelia, la peluquera, montó su negocio, durante muchos años.

Yo solo conocía del cuartel el pasillo de entrada, que era muy amplio y alargado y donde el chiquillo de la Felisa se enseñó a jugar al futbol. De las familiar que vivieron allí, casi todas tenían alguna relación con la Casa Aparicio . Total que si, que se nos va un edificio que ha sido compañero de nuestra historia personal.



Fotografías de Cándido

ISMAEL MINGUEZ CARRION
(enviado por whatsapp).

En ese cuartel viejo, fue mi escuela Nacional, maestro Don Juan Manuel Martín Tereso. La leche en polvo y el queso americano, con nuestro vasito en el almuerzo. (22/3/2017)

MARI MINGUEZ CARRION

En ese edificio de niña lo pasé muy bien, con Balarrasa, Mari Cruz, Celso, Cati, Elena, Los Melgos, Coral, Rosarín, Antonio, María Luisa, Fermín, Toni, etc..........

MARTIN MINGUEZ CARRION

Fotografías de Cándido

Ha desaparecido un edificio emblemático del pueblo, EL CUARTEL VIEJO. Durante muchos años albergó la representación en Higueruela de la Guardia Civil y dio cobijo a las familias de los guardias que componían la guarnición de dicho cuerpo. a veces 6 o mas familias. Cuando se construyó el  cuartel que en la actualidad tenemos, quedó deshabitado.

Por sus especiales características y su amplitud de estancias fue utilizado para muy distintos fines, también influyó su situación, estaba en el centro del pueblo, en aquellos años. Nuestro paisano Antonio Arnedo "El roscao" la utilizó para representación y reparación de bicicletas. Como pescadería y creo que también para vender ciertos artículos a plazos. La María de Pericuyó  y Sinforiano tuvieron un establecimiento de comestibles. Un pintor de Albacete, de apellido Rodenas, tubo un establecimiento de Droguería. Rogelio "El montonero" un bar. Domingo Marín una sastrería. El Ayuntamiento lo utilizó como escuela.

La Guardia Civil tenía todos sus servicio, cuerpo de guardia, sala de armas, despachos y todos los servicios que prestaba al cuerpo.

Ahora que desaparece, todos nos sentimos que algo que ha formado parte de nuestras vidas, se nos va.

Bien es cierto que habrá distintos puntos de vista, ya que fue la representación de un régimen con unas connotaciones muy especiales.

De todas formas desaparece un edificio muy singular por muchas circunstancias. Esa zona todos los lugareños la denominaremos EL CUARTEL VIEJO, y si se hiciera un espacio público, así debería llamarse, por ejemplo una plaza, en aparcamientos, que en el centro antiguo del pueblo vendría muy bien. 23/03/2017.

MERCEDES NAVALON SERRANO
(Enviado por Facebook)

En los bajos del viejo cuartel tuvo por unos años una tienda de muebles mi padre, Pedro Navalón,"el Chocero" me trae muy buenos recuerdos

BELEN JIMENEZ GARCIA
 (Copiado y recogido de FacebooK)
Mis abuelos vivieron allí.

AMELIA PÉREZ GONZÁLEZ.

Mi familia hemos sido los últimos inquilinos del Cuartel Viejo.

Recién casados Pepe y yo, el 16 de septiembre de 1973, comenzamos a vivir en el Cuartel Viejo. Allí también instalé mi peluquería, y tuve a dos de mis tres hijos. Vivimos diez años muy felices, el ambiente era muy bueno y familiar, nuestros hijos jugaban mucho en aquellos pasillos y en el patio.

En los pisos de arriba vivían Amalia y Pascual, Ana María y Joaquín, Isabel y Pascual y Clara y Jacobo. Abajo vivíamos Nieves y Blas, Lola y Juan y nosotros, Pepe y Amelia, cada pareja con sus respectivos hijos, 17 niños en total.

En 1983 nos mudamos a la casa de enfrente que habíamos reformado, también cambié mi peluquería y tuvimos a nuestro tercer hijo. Y aquí es donde seguimos, disfrutando ya de nuestra jubilación. A lo largo de todo este tiempo hemos seguido manteniendo la antigua casa del Cuartel, aunque ya no como vivienda habitual, habiendo sido en total cuarenta y cuatro años de nuestra vida los que de una forma u otra hemos convivido en esta casa, hasta que en fechas muy recientes, el pasado 15 de marzo de 2017, un día gris y lluvioso, vinieron las máquinas y comenzaron a demoler el edificio. En ese momento no pude contener las lágrimas y sentí que algo muy profundo de mí se iba al ver los escombros del edificio y recordar los momentos tan buenos y entrañables allí vividos durante tantos años.

Para terminar, hago una petición a quien esté en su mano para que en este solar se construya, por ejemplo, un “Jardín del Cuartel Viejo” para disfrute de todos los niños y vecinos del pueblo.
    Muchas gracias.


   
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