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Año 2010
IV Ruta de los Morabios.
“Hay un libro abierto siempre para todos los ojos:
la naturaleza”
Un radiante y ventoso día primaveral acompañó la IV edición
de la Ruta Los Morabios, de la que cabe destacar la participación de 83 senderistas llegados de toda la provincia.
Como viene siendo tradicional, a las 9 de la mañana llenamos
La Posada de Higueruela para dar cumplida cuenta del almuerzo
serrano que con tanto esmero prepara Mateo y todo su equipo www.laposadadehigueruela.com . En la parte superior se situó el
grupo del Aula de Naturaleza de Higueruela, perteneciente a la
Universidad Popular, acompañados de senderistas venidos de
Almansa. El resto de participantes ocupamos el sótano. Como
novedad, la Cooperativa Santa Quiteria (Bodegas Tintoralba) www.tintoralba.com nos deleitó con una degustación de todos los
vinos que comercializa, magistralmente comentado por su equipo
de enólogos. Fue sin duda un placer acompañar con los caldos de
garnacha tintorera el rico embutido terruño, las patatas al montón
con huevos fritos y las chuleticas de cordero. Quedó de manifiesto
que los vinos jóvenes de Tintoralba se encuentran entre los más
interesantes del mundo, por el microclima continental tan peculiar
que posee Higueruela.
Una vez digerido tan suculento almuerzo visitamos las
modernas y completas instalaciones de las Bodegas Tintoralba,donde se elabora todo el ciclo, desde la entrada de uva hasta su embotellado final, sin olvidarnos del proceso de maceración
carbónica en depósitos de acero inoxidable y la crianza en barricas
de roble francés. Finalizada la visita iniciamos la ruta desde el
callejón que sale entre los muros de la Iglesia y la casa de Riblanca,
mientras en el reloj de la Ermita de Santa Bárbara sonaban las 11 de
la mañana, tal y como estaba previsto.
Una vez situados en el cerro de la Gila pudimos comprobar
las hermosas vistas que se divisan, con Higueruela a los pies y al
fondo los cerros de Monpichel y de la Tenaja. El aire de abajo,
como coloquialmente denominamos al levante, soplaba con fuerza
y obligó a utilizar las prendas de abrigo. Caminamos entre
aerogeneradores por Los Lagrimales, observando a nuestro paso
un cuco en perfecto estado, tal y como se encuentran todos los
existentes en el término, ya que han sido restaurados y
debidamente señalizados por el Ayuntamiento para no perder la
memoria de aquellos tiempos en los que servían de refugio a
pastores y jornaleros.
Siguiendo siempre dirección levante y sin parar de ascender,
llegamos al cruce de subida del Molatón, donde un pequeño grupo
prefirió reponer fuerzas mientras el resto subimos al mayor punto
geodésico de la comarca, con 1245 metros y unas fabulosas vistas,
observando los términos de Chinchilla, Casas de Juan Núñez,
Carcelén, Alatoz, Alpera, Ayora, Almansa, Bonete, Montealegre
del Castillo, Fuentealamo, Pétrola, Hoya Gonzalo y en el horizonte
las vecinas provincias de Alicante, Valencia y Murcia. Por debajo
del Mojinete (como popularmente se conoce al Molatón) se
extiende el fértil valle que transcurre entre las Cañadas Reales de
Pajares y Malefatón, con los restos de lo que en su día fue una
imponente dehesa de encinas, pudiendo imaginar la importancia
que tuvo Higueruela como enclave de vías pecuarias, quedando
reflejado en las veredas y cañadas existentes, destacando la Ruta de
la Lana, Cañada Real de los Serranos que se separa en dos ramales,
uno hacia La Safor y La Marina y otro hacia Alicante y Murcia. El
Camino de Santiago Levantino pasa también por Higueruela.
A través del proyecto “Senderos de Higueruela” pretendemos
poner en valor todo este legado de veredas, cañadas y senderos,
que con el marcaje por parte del Centro Excursionista de Albacete
y la posterior señalización en paneles y valizas por el
Ayuntamiento, pueden suponer un enorme atractivo para los
aficionados al senderismo.
Volviendo a la ruta, bajamos el Molatón por su cara norte
hasta adentrarnos en la pinada de Villalta, con ejemplares de pino
piñonero con más de dos siglos de existencia. El camino que parte
del caserío de Villalta nos condujo hacia la aldea de Los Morabios,
atravesando monte bajo tapizado por tomillo, coscoja y dejando a
nuestro paso ejemplares de enebro y encina. Tras dos horas y
media de caminata repusimos fuerzas en la cuadra y el porche,
donde dimos cuenta del delicioso embutido casero obsequio de la
Carnicería Josefina, además de otras viandas. Como curiosidad
reseñar que se consumieron 170 latas de cerveza y acabamos con
las existencias de licor de endrinos, mistela y herbero de Mariola.
Una vez realizada la fotografía oficial de grupo en la carrasca de
Los Morabios, emprendimos camino de vuelta, atravesando La
Breña con parada en su fuente para iniciar la subida al collao de
Pájaro Colgao, donde se encuentran restos de un antiguo poblado
ibero, rodeados en todo momento de un umbrío bosque de
quejigos. Los interesados en profundizar en este desconocido
paraje, pueden hacerlo a través de la actividad programada por la
Sociedad Albacetense de Ornitología “Robledales Relictos de
Higueruela”, que tendrá lugar el sábado 25 de septiembre, cuando las hojas presentan un ocre espectacular.
La suave bajada continua que nos llevó hasta Higueruela fue
ideal para la tertulia, contemplando el precioso paisaje primaveral
desde Fuente Lino hasta llegar al Barranco del Retamalico, repleto
de agua, entre cultivos de cereal, viñas, pequeñas pinadas de
piñoneros, olivos, almendros, chopos, álamos y carrascas. Al fondo
se divisaba la silueta de la Iglesia de Santa Quiteria y la Ermita de
Santa Bárbara, finalizando los 17 kilómetros de recorrido a las
17:20 horas, diez minutos antes de lo previsto.
Destacar el fenomenal comportamiento de todos los
asistentes, que contribuyeron a cumplir horarios a pesar del numerosísimo grupo. Agradecer a mis amigos y compañeros del Centro Excursionista José Manuel Jiménez y Julio Lorenzo por su
labor de monitores, a Julio también por su ayuda en el trazado de
la ruta. A mi hermano Francis por su incondicional apoyo y
compañía, sin él sería imposible esta iniciativa. A Felipe Cano por
toda su colaboración. Mi más sincero agradecimiento a Diego y
todo el equipo de la Cooperativa Santa Quiteria por su buen hacer,
a la Carnicería Josefina por el estupendo embutido que prepararon
y a Mateo y el resto de amigos de La Posada por ser unos
fenómenos.
Dedico esta ruta a la memoria de mis abuelos, Dionisio y Elia,
ellos nos transmitieron la pasión que sentimos por Higueruela.
Ya estamos preparando la V Ruta Los Morabios.
Juan Fresneda
Centro Excursionista de Albacete
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