Crónicas futboleras de mi pueblo.

Por Fulgencio Sáez Almendros

Mis primeras imágenes del fútbol:

Mis primeras imágenes del fútbol, tuvieron lugar a primeros de los años 50, un 22 de mayo. Como era de costumbre, aunque yo vivía en un apeadero cercano a Chinchilla, mi familia no podía faltar a las fiestas de su pueblo; en primer lugar, porque asistir a la procesión de Santa Quiteria era obligado, disfrutar con las carreras ciclistas, con las verbenas del "jardín" y con el partido de fútbol. En el alto de la "Molineta", presencié mi primer partido; imágenes que me marcaron para toda una vida, imágenes y sensaciones que me cautivaron dejando huellas
: El balón, ahora son redondos, aquellos más bien parecían una mezcla de pelota de rubi y balón, apepinado en la parte de la costura que cerraba la vejiga.
Las porterías, dos palos sacados de algún gallinero, con más nudos que una cuerda marinera y sendas sogas de fabricación casera de esparto.
El campo juego: era natural, con sus inclinaciones hacia el pueblo, para que la torre de la iglesia no se perdiera el evento y sus ondulaciones, sus ripìos. No recuerdo si estaba marcado con cal; pero el público asistente, más de 500 personas, banda de música y algún que otro garrote, delimitaban el terreno de juego. Las botas: Al menos uno de los jugadores si llevaba botas, era jugador y el zapatero del pueblo, es resto calzaba albarcas, recuerdo a un defensa infranqueable, Zornoza el de la fragua que debería de calzar un 46 esparramao.

Seguro que ganó el equipo del pueblo, como siempre, en aquellos tiempos, el árbitro barriendo para casa, por la cuenta que le traía y por la táctica de juego ordenada por el alcalde "Clamades".... Si no ganáis el partido os encierro a todos en el calabozo.

Mis inicios en el fútbol.

Con estas imágenes y recuerdos, vuelvo a mi domicilio, al apeadero de Pozo de la Peña, donde solo vivíamos 3 familias y yo quería jugar al fútbol; pero no tenía con quien hacerlo. Me hice una portería con dos palos y una cuerda, como la de mi pueblo y por balón, una pelota de trapo atada con cuerdas y a esperar que algún ferroviario me tirara algunos chutes, o mi hermano. Así hasta que cinco años después, la fortuna me llevó a un colegio interno en Tortosa. Se acabó la soledad en que había vivido, salvo en los frecuentes viajes a mi pueblo. Unos 150 chavales en edades de 12 a 17 años y con un campo de fútbol de verdad. Las dos horas de recreo diarias me las pasaba jugando al fútbol, siempre de portero. Con la edad de 13 años conseguí ser titular del equipo del colegio y mensualmente nos enfrentábamos a equipos de otros colegios e incluso con equipos de pueblos del entorno.

La época dorada del fútbol en Higueruela.

El día 7 de enero del año 1959. falleció mi padre y yo con 15 años me quedé a vivir en mi pueblo, al amparo de mi extensa familia. Ante este palo inesperado y pasadas una semanas yo necesitaba el fútbol de nuevo.... pregunté a algunos amigos que donde se podía jugar y encontré a dos o tres con estas inquietudes: Ismael, Lucas, Blas .. conseguimos aquel viejo y apepinado balón y nos subimos a las molinetas. Al domingo siguiente ya nos juntamos casi la docena y en pocas semanas ya subía a jugar hasta el cura, A este cura le llamaron el "revolucionario", joven: pero con ganas de hacerse con el pueblo, (que al principio fue mirado con recelo por más de una beata). Con éste al frente nos fuimos a ver al alcalde, a pedirle un campo de fútbol y el milagro, nuestra ilusión, se cumplió. El alcalde nos dio el terreno y el nuevo campo de fútbol, a la espalda del cuartel, se construyó a "peoná de villa" y la Junta Directiva del Higueruela C.F. surgió ilusionada. Aquellos exjugadores del célebre partido de los 50: Lucas (la persona que más sabía de fútbol del pueblo, fanático Bilbaíno, se sabia de memoria todas las alineaciones de los equipos) Bernabé, Jara, Zornoza, Emiliano el Zapatero, etc. y como utillero incondicional, el "Bueno" de Juan José. Se pusieron al frente del nuevo equipo que acababa de resurgir y que dejó muy alto el pabellón futbolístico de nuestro pueblo, durante unos cuantos años.

Se jugaban cuatro o cinco partidos al año, en fiestas señaladas y había jugadores "pavones" "de la cantera", como el que suscribe que defendía la portería, defensas como Pedro el de Horna, Munera, Antonio el Aguacil, Martín; la media era de lujo, Ismael, Juan el Chocero, Benito; en la delantera contábamos con Lucas (goleador nato), Blas el Maleno, al estilo Amancio ..... con perdón de algunos que sin duda me olvido. El equipo se reforzaba con Zidannes: Josete del Villar (Central del Albacete Juvenil) y algunos jugadores que yo llevaba cuando la directiva me lo pedía.

Nuestro pueblo gozó de su equipo durante unos años y el campo se llenaba, no exagero si digo que un tercio de sus habitantes asistían y animaban los encuentros y como casi siempre ganábamos. Y TODOS CONTENTOS
Paisanos futboleros sacar fotos de baúl.
Fulgencio Sáez Almendros (mayo 2007)
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