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Año 2006
CONCURSO DE RELATOS FUENTE DEL RINCON 2006
SEGUNDO PREMIO
MUJER GRITA ¡SOY UN SER HUMANO, SOY LIBRE!
Antes de empezar a contar esta historia, quiero que sepan que es totalmente ficticia e inventada por mí. Ya que ni he vivido en persona, ni cerca de mí, una situación semejante. (Higueruela 2 de agosto de 2006) Olvido Villa del Sax Pérez
Son las ocho de la mañana en el pequeño puerto pesquero.
Dario y Rosalía ya no pueden sentir más felicidad de la que tienen en ese momento. Después de cinco años de matrimonio, acaban de ser padres de una niña muy deseada a la que pusieron de nombre Marina, quizá, por el recuerdo del mar donde su padre se ganaba la vida como pescador.
La niñez de Marina, fue normal, tranquila y feliz al lado de sus padres, de los cuales, recibía amor y cariño todos los días.
Rosalía, su madre, le enseñaba las tareas de la casa, a coser, a bordar, para que el día de mañana fuese una perfecta ama de casa.
Transcurridos varios años Marina se convirtió en una joven hacendosa y trabajadora.
Una tarde paseando por el puerto con su amiga de toda la vida vio un chico moreno, alto, bien parecido y quedó prendada de él. Al muchacho le ocurrió algo semejante, pues no podían dejar de mirarse.
Todo fue rápido, un noviazgo corto y un año y medio después la boda. Hugo y Marina se casaron y formaban una bonita pareja que prometía amor y felicidad.
Marina está sentada delante del espejo que hay en su habitación. Tiene la mente atraída, llena de vagos recuerdos, ¿Cuanto tiempo hace que se casó? ¿Seis meses, un año?. No lo sabe, no sabe nada. No sabe que es lo que pasa y porqué.
Se mira en el espejo y ve su cara llena de moratones y siente su cuerpo dolorido por los golpes, pero da gracias, porque esta vez no tiene costillas rotas, ni los labios partidos como otras veces, Esta vez el maquillaje tapará las heridas de su cara, pero nunca, ¡ nunca ! podrá tapar las heridas de su alma.
En sus labios se esboza una leve sonrisa, que más parece una mueca que otra cosa, debido al dolor que siente. Una leve sonrisa al recordar el día de su boda. En sus oídos resuenan las palabras del sacerdote de la pequeña iglesia de su pueblo. " EN LO BUENO Y EN LO MALO" "HASTA QUE LA MUERTE OS SEPARE".
Ella que había vivido en el seno de una familia humilde y feliz, que la habían educado para ser una fiel y amante esposa. Ella que tenía tanto amor para dar y recibir. ¿Que podía hacer? ¿Como se callaba más? ¿Como se libraría de la cruel condena a la que estaba atada de pies y manos debido a su educación, a su religión, al miedo, a la vergüenza que sentía sin ser culpable de nada?.
Tras mucho pensar y darle vueltas a su situación. Marina decidió liberarse de sus cadenas. Cogió su abrigo y salió de su casa. Después de mucho vagar por su ciudad sin saber que hacer fue a una asociación de mujeres maltratadas.
Allí fue recibida y acogida con cariño. Allí la ayudaron a abrir los ojos, a denunciar su situación, a aprender que ella era un ser humano, y no un saco de descarga de la ira de su maltratador, a valorarse y a emprender una nueva vida.
Hoy vive con dos ancianos, que como ella estaban faltos de cariño y compañía. Y más que un trabajo Marina piensa que ha encontrado una familia con la que compartir su tiempo y su amor.
La historia de Marina tiene un final feliz, por capricho de la autora, o porque me gustan las historias con final feliz, pero la cruel realidad, es otra bien distinta, que que en lo que va de año y hasta el escrito de esta historia van: 45 MUJERES MUERTAS POR MANOS DE SUS PAREJAS.
Mujer líbrate de tus cadenas; líbrate de tu verdugo. Denuncia los malos tratos físicos y psíquicos. No aguantes más eres un ser humano.
MUJER GRITA: ¡SOY UN SER HUMANO, SOY LIBRE!
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