Año 2004.

PUNTO DE VISTA.

El pasado día 22 de Febrero tuvimos ocasión, en Higueruela, de escuchar al grupo "Qantara", que ofreció un original concierto en el que la cultura y los instrumentos se unen para producir una música agradable y exótica de fusión, con raíces árabes, judías, turcas, flamencas y celtas, introduciendo, además, la danza oriental, llena de sensualidad, arte, gracia y una bellísima expresión corporal y plástica, creando una perfecta armonía entre música y danza.

Sin embargo, a pesar de lo anterior, sentí verguenza en este concierto:

• Verguenza, ante la mirada atónita de los músicos al acceder al escenario y descubrir la ausencia, casi total, de público.
• Verguenza, al pensar en un posible motivo de esa ausencia.

Me sentí en la obligación de explicarles lo que había de diferente, con respecto a anteriores conciertos y anteriores espectáculos:

Desde hace muchos años venimos disfrutando de una gran cantidad, variedad y calidad de actividades culturales, con una asistencia de público generosa; pero eran gratuitos (excepción hecha de las dos últimas obras teatrales interpretadas por conocidos de la televisión y que trataban, respectivamente, el tema "sexual" y el "político-del corazón", que si tuvieron audiencia, faltaría más.). Por primera vez, para el acceso al concierto había que disponer de DOS euros en el bolsillo. Sólo OCHO entradas se vendieron.

Casualidad? ... ¿Coincidencia de circunstancias? ...

En los próximos conciertos o espectáculos, si los hay, tengamos, posiblemente, la respuesta.
José Copete Navarro.
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