Año 2002.
13 de junio 2002.

Entrevista con el Presidente de la Comisión de Fiestas 2002. 

 Para conocer como fueron las fiestas en este año 2002, nos hemos dirigido al presidente de la comisión, Martín González. Amablemente nos atendió  y aquí está  el resultado de esta entrevista.

¿Cómo se dieron las fiestas?

-Pertenecer y participar activamente en la comisión de fiestas de Higueruela es una experiencia intensa, grata, emocionante y desde luego enriquecedora. Así que como miembro de la comisión, estupendamente.

Si te refieres a si salieron mejor o peor, habría que preguntárselo a nuestros paisanos. Lo que si te aseguro es que nosotros pusimos todo nuestro empeño en hacerlas lo mejor que sabíamos, dentro de nuestras limitaciones.

¿Cómo surgió la idea de reunir a todas las comisiones de años anteriores?.

Además de nuestra patrona, las comisiones de fiestas de nuestro pueblo son la esencia fundamental de las mismas. No se podría hacer este tipo de fiesta en la calle, tan participativa y con esa identidad propia que se ha ido consolidando poco a poco, si no fuese porque hay un grupo de gente entregada en cuerpo y alma, trabajando desinteresadamente para que cada año salgan un poco mejor.

Siendo así, pensamos que dedicar un día de convivencia para todas las comisiones anteriores podría ser, además de un merecido homenaje, un festejo interesante que podría consolidarse como un lucido prólogo de nuestras fiestas mayores.

Fue exitosa la experiencia, número de personas, datos económicos, etc…?

Para mí fue uno de los actos de mayor satisfacción de esos días. El hecho de que diez comisiones, con sus doscientos sesenta integrantes (creo que no faltó nadie), nos juntásemos a comer, a desfilar y a bailar anunciando que llegaban las fiestas, creo que habla por sí sólo.

Espero que se repita los próximos años y que este festejo se vaya mejorando, como ha ocurrido con los demás. La experiencia puede ir corrigiendo los fallos que pudimos tener. Por ejemplo, los gazpachos estuvieron “tasaos” ya que teníamos confirmación de 230 comensales y al final, con los invitados, comimos 280 personas, aunque parece que si faltan están mejor.

Qué acto de las fiestas fue más problemático por su organización, por peligroso, etc.?

Personalmente creo que el más problemático fue la merienda del día 24, la carne, por las razones que fueran, estuvo lista para servir una hora más tarde de lo previsto y eso provocó una tremenda cola de gente que, aunque aguantaron pacientemente, estaba molesta de esperar tanto tiempo y para nosotros fue bastante desagradable. Aunque luego hubo para todos y sobró y todo el mundo bailó.

Siete días de fiestas, no fueron demasiados?

Para las chicas y chicos de la comisión sí, fueron realmente agotadores. Para el resto de la gente creo que no, porque cada uno se toma los que quiere o las que puede. Las planteamos así pensando en las personas que viven fuera y que les gusta participar y disfrutar las fiestas de su pueblo, pero que no disponen más que de los fines de semana.

¿Qué le falta a las fiestas?

Yo creo que ni les falta ni les sobra nada, son nuestras fiestas y son como son, o como las distintas comisiones han querido que fueran. Aunque, personalmente si pienso que se deben ir adaptando a los tiempos y a las costumbres de cada momento, sin embargo, hay tradiciones que hay que procurar mantener siempre en lo esencial. Creo que las comisiones tienen autonomía suficiente para innovar y plantearlas cada año como ellos consideren que deben hacerlo.

¿Cómo fue el ambiente dentro de la comisión?

Francamente muy bueno, es realmente agradable convivir durante todo un año con tus amigas y amigos de la infancia, con sus parejas e incluso con algunos con los que nunca habías hablado antes. Y aunque en los momentos de agobio y de mucho trabajo surgen algunos conflictos, generados por la tensión que todos tenemos por hacer las cosas bien, al poco tiempo todo se olvida y el ambiente vuelve a ser de broma y de diversión.

¿Cuánto tiempo necesitó la comisión para preparar la obra de teatro?

Cinco meses, aunque ensayábamos solamente una vez a la semana y no todas, pues era francamente difícil reunir a todos los actores. De todas maneras creo que a pesar del esfuerzo mereció la pena, porque será una experiencia inolvidable para todos nosotros. Ten en cuenta que para muchos de ellos era la primera vez que hablaban o representaban en público y ese es un trago a la mayoría de gente le cuesta tragar.

Toledo,13 de Junio 2002 ( Entrevista realizada por Correo electrónico Albacete-Toledo.)
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